Arafat capea el temporal dentro de la OLP

Yasir Arafat resistió los embates de sus críticos dentro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), reunido en sesión de urgencia en Túnez desde el jueves. El veterano líder capeó el temporal político en el seno de la OLP, en vísperas de la que se perfila como fase crucial del proceso de paz de Oriente Próximo. El próximo martes comienza en Washington la undécima ronda de contactos bilaterales árabe-israelíes, y en ella parece que se concederá la autonomía a Gaza y a la ciudad cisjordana de Jericó.

Arafat, dijeron fuentes palestinas, consiguió desactivar, al menos temporalmente, la crisis interna planteada por la renuncia de miembros descontentos del comité y el malestar generalizado en la OLP por la hasta ahora infructuosa política palestina en las negociaciones de paz con Israel. En medios palestinos se dijo ayer que la OLP va a aceptar la propuesta formulada formalmente el jueves por el ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, y que consiste en la retirada de tropas y la adopción de un sistema de autonomía en la franja de Gaza y Jericó. Desde su exilio obligado, Arafat está de acuerdo en que la devolución de los territorios ocupados por Israel se haga paso a paso, y en postergar el debate en torno a la espinosa -si no insoluble- cuestión de Jerusalén.A las viejas diferencias ideológicas y las nuevas quejas por el intempestivo estilo diplomático de Arafat se ha sumado, además, la incertidumbre sobre el futuro financiero de la OLP, que los críticos de Abu Ammar (Arafat) atribuyen a la corrupción e indolencia del liderazgo palestino. Abas Zaki, funcionario de la OLP en Ammán, anunció: en días pasados que la central palestina se encuentra prácticamente en bancarrota y se ha visto obligada a poner a la venta inmuebles y otras inversiones para reunir los aproximadamente 17.500 millones de pesetas que la organización necesita para pagar sueldos atrasados, cuotas de jubilación y fondos de compensación a los guerrilleros palestinos esparcidos a lo largo de Oriente Próximo desde su expulsión de Líbano, en 1982.

Discusión borrascosa

"La discusión ha sido borrascosa, pero Arafat todavía goza de apoyo mayoritario en el comité de 18 miembros", dijo un representante palestino contactado por teléfono. "Arafat no piensa dimitir como jefe máximo del pueblo palestino", añadió.Para el líder de la OLP, Túnez se ha convertido en un verdadero campo de batalla: al tenaz desafío del movimiento islámico Hamas, que se opone a las negociaciones y prácticamente controla la rebelión palestina en los territorios ocupados, se han sumado las tradicionales facciones rivales de Arafat con sede en Siria y, más recientemente, incluso miembros de su propia organización, Al Fatah. Todos le acusan de hacer demasiadas concesiones a Israel y de tratar de imponer caprichos en un organismo que se precia de su sistema democrático.

La presión multilateral sobre Arafat ha ido en rápido aumento en días pasados. Primero fue la amenaza de dimisión de los principales negociadores palestinos en las conversaciones de Washington, que se quejaron de ser tratados "como meros mensajeros". Luego vino la dimisión de dos miembros del comité ejecutivo, el poeta laureado Mahmud Darwiche y Shafiq al Hut, el representante de la OLP en Líbano. Al Hut, que figura entre los principales críticos de la política autoritaria de Arafat, indirectamente señaló a éste como la causa de la "destrucción" de la OLP.

Tanto Darwiche como Al Hut se han convertido en exponentes de un buen sector de palestinos que no desea verse asociado a la estrategia negociadora de Arafat, quien apoya una devolución limitada de los territorios ocupados por Israel.