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Los médicos logran separar a las niñas siamesas de Estados Unidos

Las siamesas norteamericanas, Angela y Arny Lakeberg, nacidas el pasado 29 de junio, fueron sometidas ayer a una complicada operación para separar sus cuerpos por 18 médicos. La intervención quirúrgica duró siete horas y media y fue calificada como "un éxito". La niña superviviente, Angela, está en estado "estácionario", y los médicos declinaron ayer opinar hasta que no pasen dos o tres días. Angela tan sólo tiene un 1% de posibilidades de sobrevivir más de seis meses. Amy había sido desconectada de los aparatos que la han mantenido con vida. A las cuatro horas, los doctores traspasaron el hígado a Angela.Angela, cuyas mejores condiciones hicieron que los médicos la designaran para recibir el corazón defectuoso y el hígado que compartía con su hermanas.Los padres de los bebés, Reitha y Ken, de 24 y 26 años respectivamente, habían trasladado a las niñas a un hospital de Filadelfia después de que el hospital de Loyola en Chicago se negara a realizar la operación. El consejo de los doctores que asistieron el parto era que las siamesas fueran desconectadas de los aparatos que las mantienen con vida, para evitarles el sufrimiento de una operación de muy difícil éxito. De hecho, de los cinco casos de siameses con un sólo corazón operado en el hospital de Filadelfia ninguno ha llegado a sobrevivir más de tres meses y medio.

Los bebés, enlazados por el torso de manera que parecía que se abrazaban, compartían el mismo hígado y un corazón de tamaño anormal. A pesar de que los especialistas no les dieron esperanzas, los padres de las siamesas insistieron en buscar una solución.

Detectado en el embarazo

No es la primera vez que Ken y Reitha Lakeberg se arriesgan. El matrimonio, de religión católica, decidió proseguir con el embarazo a pesar de que a los tres meses de gestación un doctor diagnosticó que las niñas tenían sus cuerpos unidos. Desde el alumbramiento por cesárea la vida de los Lakeberg ha estado centrada en Angela y Arny. El matrimonio ha vivido en la casa portatil de un familiar situada a dos horas y media del hospital donde las niñas han estado ingresadas.Los Lakeberg no tienen seguro médico. Sin embargo, no han querido que el altísimo coste de la operación frenara sus intenciones de llegar hasta el final. En el poco más del mes que ha transcurrido desde que las niñas nacieron, Ken y Reitha han contactado con una decena de hospitales hasta dar con uno que se comprometiera a operar.

La mayoría de los centros médicos se han negado a llevar a cabo la intervención por considerar que no es ético intentar imposibles con los pacientes.

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