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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Bicicletas de verano

Hace unos días, en una carretera que comunica dos pueblos de la serranía de Cuenca, por la que generalmente el tránsito es muy escaso, estuvimos a punto de atropellar a uno de esos induraincitos que se dedican cada verano a hacer la vida imposible a los conductores que se ganan la vida recorriendo día a día las carreteras.Vayamos por partes: el chico iba en su mountain bike con un buen equipo de ciclista (probablemente por haber aprobado), iba por su izquierda y dándole caña. La conductora del vehículo lo detecta y comienza a hacer sonar el claxon repetidamente, desde que lo ve hasta estar muy cerca de él. El chico no se inmuta. La conductora sigue su camino, considerando que el chico no va a cambiar su marcha. En el momento en que va a pasarlo -lógicamente con la correspondiente reducción de velocidad ante la situación- el induraincito se cruza a su derecha llegando a apoyar la mano en el capó del coche. Frenazo monumental, grito del ciclista, rostros blancos. Ante la pregunta de la conductora: "¿Que no has oído el pito?", el chico con las manos en la cabeza contesta: "Sí, pero...". En fin, no pasa nada.

Cada verano lo mismo: hay que dejar que estos deportistas de ocasión se hagan dueños y señores de carreteras, cruces, calles de los municipios, etcétera. Cada tarde de cada verano hay una anécdota nueva sobre el chico que se ha salvado por los, pelos.-

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