Israel dice que el ataque de Hezbolá no altera el proceso de paz

El primer ministro de Israel, el laborista Isaac Rabin, aseguró ayer que los ataques lanzados el jueves por guerrilleros libaneses del grupo proiraní Hezbolá y que causaron la muerte de nueve soldados del Ejército israelí no violan el alto el fuego pactado el mes pasado, después de la Operación Ajuste de Cuentas librada por Israel sobre los feudos de Hezbolá en el sur de Líbano, que provocó 132 muertos y más de 600 heridos. La oposición israelí exigió ayer que se suspendiera el proceso de paz en Oriente Próximo y pidió la dimisión del Gobierno, que "ha aceptado que sus soldados sirvan de diana al enemigo ". Ante la reiterada exigencia de que se cancele el proceso de paz para Oriente Próximo, Rabin declaró: "¿Qué ganaremos con suspender las conversaciones de paz?".Rabin comentó que en el sur de Líbano "existe una guerra que dura ya ocho años y medio y que siguió a treinta años de terrorismo [palestinol", y añadió que el Ejército "tendrá que adaptarse a las formas de lucha [de Hezbolá]" para minimizar las pérdidas. El ataque integrista del jueves es el más grave que sufre Israel desde un atentado suicida en octubre de 1988.

El primer ministro israelí negó rotundamente que la provocación de Hezbolá vaya a desencadenar una nueva guerra contra Líbano como la de 1982. Sin embargo, añadió que "hay que frenar la invasión del jomeinismo, que es un peligro global para todo el Oriente Próximo". El primer ministro teme que, si no se faena ahora a los guerrilleros de Hezbolá, "en unos años veremos soldados de Irán en Líbano".

Los guerrilleros de Hezbolá, por su parte, establecieron ayer medidas extremas de seguridad para contrarrestar una posible represalia israelí. Los bombardeos aéreos contra bases de Hezbolá el pasado jueves en la Bekaa causaron dos bajas entre los combatientes proiraníes. Todas las bases de la milicia integrista han sido evacuadas. Centenares de civiles huían ayer hacia el norte del país por temor a las represalias de Israel, donde la radio y la televisión informaron durante todo el día de los entierros de los nueve soldados muertos en diversos cementerios israelíes.