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Las recetas del ex ministro

Carlos Solchaga está convencido -y así se lo expresó a Felipe González- de que las reformas económicas anunciadas hasta ahora por Fidel Castro son tan sólo un primer paso que debe ser rápidamente complementado. El régimen cubano ha despenalizado la posesión de dólares, permite el libre envío de dólares de los exiliados cubanos que tienen familia en la isla y autorizará el aumento del número de viajes anual de los cubanoamericanos.Junto a estas medidas, y a la atracción de capitales ex tranjeros y el impulso del tu rismo, las recomendaciones españolas al régimen castrista consisten en dar luz verde a una serie de actuaciones que reorganicen y estimulen el trabajo e incrementen los niveles de productividad. Entre éstas estarían liberalizar el "trabajo por cuenta propia" es decir, la iniciativa privada en los servicios y aquellos sectores que no son vitales para la economía del Estado. Asimismo, y esto es fundamental, se recomienda "liberalizar las fuerzas productivas en el campo", o lo que es lo mismo, dar libertad a los campesinos para que produzcan y comercialicen directamente sus productos. Éste es uno de los grandes problemas de la Cuba socialista de Fidel Castro. Más del 50% de las proteínas y calorías consumidas por la población son importadas, y los esfuerzos del Gobierno por desarrollar la producción agrícola a máximo rendimiento sólo satisfarían el 30% o 40% de las necesidades del país.

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Estimular la productividad dando incentivos materiales a los que más trabajan es otra de las recomendaciones. El Gobierno cubano ya ha previsto esta posibilidad, si bien se ha dicho que a corto plazo es imposible.

Una visita "excelente"

El canciller cubano, Roberto Robaina, dijo el viernes pasado que la visita de Solchaga a Cuba fue "excelente". "Solchaga", dijo el canciller Robaina, "primero conoció la realidad económica cubana y luego formuló opiniones, apreciaciones sobre esa realidad".Robaina añadió que los últimos contactos con dirigentes políticos españoles se deben a la necesidad de Cuba de buscar opiniones y experiencias para readaptar su economía al contexto mundial. "Nos estamos insertando en un mundo económico", dijo Robaina.

El canciller cubano recalcó que la reforma económica en su país "no copiará ningún modelo". "No vamos a tropezar dos veces con la misma piedra, se acabó la copiadera", enfatizó Robaina. Y concluyó tajantemente: "Vamos a hacer todas las reformas que sea necesario hacer, y a llegar adonde debamos llegar, pero sin apresurarnos. Los más interesados en hacer las cosas pronto somos nosotros, pero hay que hacerlo sin desesperarse".

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