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España se suma a la Operación Irma, pero limita su oferta de acogida humanitaria a los niños

Casi diez días después de la dramática evacuación de la niña bosnia Irma Hadzinuratovic, España se suma a la actual operación internacional de salvamento. La oferta fue pre sentada ayer por el Ministerio de Exteriores al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). "España está dispuesta a acoger niños enfermos y heridos procedentes de Sarajevo o de cual quier otra zona", aseguró un portavoz oficial. Entretanto, el compromiso alcanzado en Ginebra el pasado lunes ha sido acogido con escepticismo por los ciudadanos de Saralevo.

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El Gobierno español confía en que esta propuesta humanitaria no sea interpretada como una operación publicitaria. "No es la primera vez que sacamos de Bosnia-Herzegovina a personas heridas o enfermas", añade el portavoz. Resalta que España cuenta con cascos azules sobre el terreno que han efectuado numerosas acciones de ayuda a civiles, "como la de abastecer los hospitales croata y musulmán de Mostar, lo que ha costado la vida a dos tenientes".La oferta española, que no contiene por el momento cifra alguna, es "muy amplia, al mismo nivel que otros países", asegura Exteriores. Francia, Finlandia y Estados Unidos han informado a ACNUR su disponibilidad para acoger 100 heridos o enfermos. A diferencia de éstos, España limita su ofrecimiento a camas hospitalarias infantiles.

El Ministerio de Exteriores afirma no estar especialmente empeñado en evacuar niños de Sarajevo: "Sacaremos niños de cualquier parte de Bosnia, especialmente de la ciudad de Mostar". Ésta se halla en la zona asignada por la ONU a los cascos azules españoles. Los heridos y enfermos acogidos serán repartidos por diferentes hospitales en varias comunidades autónomas.

Además, España ha incrementado el pasado día 13 su cupo de refugiados de los 2.138 actuales a 4.655, con lo que los 550 musulmanes de Podgora, localidad costera situada a 50 kilómetros de Split, expulsados de su centro de acogida por los croatas, podrán técnicamente venir a España, tal y como desean. Los pacifistas de la caravana de la paz, que les apadrinan, ya han comenzado a realizar las gestiones para lograr su recolocación.

Por otra parte, nueve regiones italianas tienen ya preparados centros sanitarios para acoger a los 454 heridos graves -266 niños y 188 adultos- que esperan atención y cuidados médicos en Sarajevo. Seis aviones de Protección Civil y del Ministerio de Defensa italiano esperan la orden de partir. El traslado no dará comienzo hasta que hoy se celebre en Sarajevo la reunión de todos los países que están participando en la ayuda humanitaria. En ésta, los heridos serán distribuidos según su gravedad y la tipología de su estado para su internamiento en los diferentes centros sanitarios, informa desde Roma.

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Mientras, en Sarajevo, esquizofrenia es el término que mejor define el estado de ánimo de los más de 300.000 habitantes que resisten en la ciudad. Quieren aferrarse a cualquier salida del largo túnel de la guerra y al mismo tiempo desconfían de las soluciones. Hace una semana todo el mundo miraba hacia el cielo a la espera de los bombardeos de los aviones de la OTAN que nunca llegaron. Ahora, la declaración de Ginebra que la convierte en ciudad abierta ha sido acogida con gran escepticismo, aunque también con la necesidad de creer que esta vez va en serio.

El jefe militar de la Armija, Rasim Delic, declaró ayer que el acuerdo sobre Sarajevo sólo representa una parte del conflicto de Bosnia Herzegovina y restó importancia al compromiso alcanzado en Ginebra por serbios, croatas y musulmanes.

Relativa tranquilidad

El buen tiempo y la relativa tranquilidad que ha disfrutado la ciudad en los últimos días lanzaron ayer a las calles a miles de personas en busca de agua, de leña o sencillamente en pos de un paseo o de un café en las terrazas que se atrevieron a abrir sus puertas. Con un mercado abarrotado de compradores, pese a los escandalosos precios provocados por la carestía, sólo el paisaje de ruinas y destrucción recordaba que la capital bosnia vive un asedio desde hace más de 16 meses. Sin embargo ayer, a última hora, al menos doce personas resultaron heridas al ser alcanzadas por un bombardeo en el barrio de Dobrinja, uno de los más castigados por por los ataques serbios."Desconfiamos de todo pero necesitamos mantener viva alguna ilusión", comentaba Rasmir, un antiguo contable de los ferrocarriles. El propio periódico Oslobovenje (Liberación), uno de los símbolos de la resistencia, titulaba en sus cinco rudimentarias columnas de la primera página: "Sarajevo ciudad abierta".No obstante, el acuerdo alcanzado en Ginebra no pasa de ser por el momento un pequeño paso; más una formulación de deseos que una aplicación a la realidad. Los esporádicos bombardeos de los sitiadores serbios prosiguen y los francotiradores continuarán probablemente apostados en sus escondrijos hasta dentro de muchos meses. La teórica apertura de la ciudad se limita a un círculo vicioso en el que apenas pueden entrar los convoyes de ayuda humanitaria por carretera, mientras los aviones militares de Unprofor suponen la única posibilidad de salida de este infierno.

El portavoz de Unprofor, Barry Frewer, manifestó ayer que los 3.000 cascos azules desplegados en la capital están preparados para comenzar a aplicar la declaración de ciudad abierta en cualquier momento. "Sin embargo", matizó, "todo depende ahora de la buena disposición de las tres partes en conflicto y de su voluntad de colaboración". Frewer agregó que todavía no habían recibido instrucciones concretas de Ginebra ni del Consejo de Seguridad de la ONU.

El general Delic, máximo responsable de la Armija, minimizó el acuerdo al señalar: "La desmilitarización de Sarajevo no significa gran cosa porque no se ha logrado un acuerdo para desmilitarizar toda Bosnia. Este compromiso no modifica la situación militar en los distintos frentes de guerra".

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