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Susan Sontag estrena en Sarajevo su montaje de 'Esperando a Godot'

El teatro tiene cabida para sólo 80 espectadores

Miguel Ángel Villena

No había duda. Esperando a Godot, de Samuel Beckett, era la obra que mejor reflejaba la desesperada angustia de los habitantes de Sarajevo. Como en la famosa pieza teatral, unas gentes abandonadas y sin defensas esperan la Regada de un poderoso señor Godot que las librará de sus miserias. La escritora y ensayista norteamericana Susan Sontag, de 60 años, ha trabajado duro durante las últimas cinco semanas para estrenar una insólita versión de este clásico del siglo XX en un pequeño teatro bombardeado, con una austera escenografía y a la luz de unas velas. Sólo 80 espectadores pudieron cobijarse ayer durante el estreno en los bancos de madera habilitados como butacas para asistir a una representación protagonizada por actores de Sarajevo. No cabían más en el minúsculo teatro.

La improvisada compañía, que ha ensayado en concidicones durísimas, dio ayer dos representaciones, que continuarán en los próximos días. "La confusión y la despolitización, que han invadido el mundo tras el final de la guerra fría, explican mucho mejor que el miedo o las dificultades que apenas unos pocos intelectuales de Estados Unidos o de Europa nos hayamos decidido a apoyar en Sarajevo la causa de Bosnia", manifestó Susan Sontag el pasado lunes al presentar su versión de Esperando a Godot. Las declaraciones de la escritora de izquierdas y radical venían a subrayar la presencia de una gran foto del mariscal Tito en la sala o la proliferación de carteles con la bandera norteamericana y el símbolo de Bosnia en las calles o en los comercios de Sarajevo. Tiempos de confusión, en verdad, cuando una personalidad como Sontag reclama abiertamente la intervención de Godot, travestido de Bill Clinton, para terminar con los sufrimientos de una población asediada.No ahorró críticas la escritora norteamericana a sus colegas, intelectuales y artistas de todo el mundo, que han practicado la política del avestruz ante esta guerra cruel, endiablada y difícil de comprender en el corazón de Europa a finales del siglo XX. Susan Sontag, rindió un homenaje a los escritores que arriesgaron su vida por la defensa de las ideas de la República durante la guerra civil española. "Gente como George Orwell, André Malraux o Ernest Hemingway acudieron a la España de 1936 para escribir sobre la guerra civil. Por eso no creo que el miedo sea la razón que impide venir a más intelectuales a Sarajevo. Quizá sea la falta de conciencia moral en 1993 que contrasta con la situación de l936", señaló la escritora.

Tras destacar que ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de su vida, Susan Sontag recordó que todos sus amigos y compañeros la habían tachado de loca cuando decidió dirigir el montaje de Esperando a Godot en Sarajevo. "Opté por representar una pieza teatral en lugar de escribir un ensayo o realizar una película porque el teatro me brindaba la oportunidad de hacer algo con la gente de aquí y para la gente de aquí. Estoy orgullosa de la labor de los actores y de los técnicos de Sarajevo", indicó Sontag. Una decena de actores bosnios ha estado a las órdenes de la escritora norteamericana y ha superado todas las dificultades imaginables que van desde la falta de luz o de agua al riesgo de los bombardeos o de los disparos de los francotiradores. "Hemos ensayado a tres velas", subrayó Sontag.

"Es un escándalo", respondió la ensayista a una pregunta de los periodistas asistentes a la presentación, "que yo sea una de las poquísimas intelectuales que se ha arriesgado a venir a Sarajevo. Espero que mi ejemplo anime a otros a viajar aquí en el futuro".

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