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Yeltsin amenaza con disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas en otoño

El presidente ruso, Borís Yeltsin, lanzó ayer un duro, ataque contra el Parlamento y amenazó con convocar él mismo eleccio nes anticipadas de diputados este otoño si los legisladores no lo hacen antes. Esta convocatoria por parte de Yeltsin equivaldría a disolver el Legislativo, poder que no tiene según la Constitución. Los líderes de la oposición reaccionaron de inmediato calificando las declaraciones del presidente como un intento de golpe de Estado.

"Debe haber elecciones este año; si el Parlamento no toma la decisión correspondiente, entonces el presidente lo hará", dijo Yeltsin ayer al intervenir en una reunión con los dirigentes de los medios de información de Rusia. Los asistentes ovacionaron a Yeltsin al escuchar que, por fin, el presidente respondía a las presiones de los demócratas radicales para emprender acciones determinantes. "Septiembre será el mes del combate decisivo y lo que queda de agosto debemos aprovecharlo para la preparación artillera", sentenció Yeltsin.No es extraño, pues, que la oposición haya reaccionado acusando a Yeltsin de incitar a la guerra civil y que el jefe del Parlamento, Ruslán Jasbulatov, haya considerado necesario aparecer ayer por la tarde en televisión para contestarle. Las declaraciones de Yeltsin, según su principal rival, "atentan contra la tranquilidad y la vida pacífica de los ciudadanos".

Ya vivimos en una situación de semigolpe de Estado, cuando el Ejecutivo ignora abiertamente la Constitución y las leyes, y Yeltsin ahora quiere completarlo", declaró, por su parte, VIadímir Isákov, jefe del Comité de Legislación Constitucional del Parlamento.

"El presidente desempeña el papel de principal violador de las leyes y desestabilizador de la sociedad", manifestó Guennadi Ziugánov, líder del Partido Comunista de Rusia. "Hoy, ningún grupo social importante apoya el actual rumbo del Gobierno. El régimen está viviendo su agonía. Y los demócratas radicales lo comprenden. Por eso se apresuran: saben que antes del primero de diciembre todavía pueden tener alguna esperanza de victoria. electoral, pero después ya no les quedará ninguna posibilidad de ganar", agregó.

El Parlamento contratacó ayer, por su parte, al decidir presentar ante el Congreso de Diputados una serie de enmiendas constitucionales para mermar las facultades del presidente. Si son aprobadas, Yeltsin dejaría de ser jefe del Ejecutivo y el Gobierno pasaría a estar supeditado al Legislativo.

El Gabinete no lo formaría el presidente, sino el primer ministro, y nueve ministros -no cuatro, como ahora- necesitarían el visto bueno de los diputados. Además de los titulares de Seguridad, Defensa, Interior y Exteriores, en la nueva lista figuran los de Finanzas, Economía, Justicia, Prensa y Privatización.

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El plan prevé también que el Parlamento pueda destituir al Gobierno por mayoría simple, y promulgar las leyes que no sean firmadas a tiempo por el presidente.

El bloque parlamentario opositor Unidad Rusa, por otra parte, denunció ayer que se prepara "una seria provocación para el día 20 de agosto", cuando se celebre el segundo aniversario del fallido golpe de Estado en la URSS, e insinuó qué el mismo Gobierno podría aprovechar esta provocación para dar un golpe y acabar con la oposición.

La Unión de Oficiales, que comparte estos temores, informó que las autoridades moscovitas han ordenado a 10.000 efectivos de las tropas de Intenor que se encontraban en los alrededores de Moscú que en tren en la capital "con el pretexto de la lucha contra la del¡cuencia". Tanto el ministro del Interior, Víktor Yerin, como el de Defensa, Pável Grachov, se encuentran de vacaciones -según la oposición, mientras que el cargo de titular de Seguridad sigue vacante después del cese de Víktor Baránnikov.

Yeltsin, en su discurso ante los dirigentes de los medios de información, acusó ayer al Parlamento de cumplir con "las orientaciones del Frente de Salvación Nacional para eliminar el puesto de presidente" y hacer fracasar las reformas. El líder ruso afirmó que, el Legislativo ha instigado "la división del Gobierno y la lucha entre los miembros del Gabinete con el fin de paralizarlo".

El presidente, que no tiene la facultad de convocar elecciones anticipadas, podría realizar un plebiscito para disolver el Parlamento y sólo después, apoyándose en la voluntad popular, promulgar el decreto correspondiente, señaló Mijaíl Poltoranin, jefe del Centro Federal de Información -especie de ministerio de Propaganda- y uno de los más cercanos colaboradores de Yeltsin.

Dilema de los diputados

Los diputados, seguramente, se opondrán a la idea de unas elecciones anticipadas, pero si Yeltsin se decide a convocar un referéndum para zanjar esta cuestión, pueden verse obligados a adelantarse y aprobar ellos mismos la convocatoria a nuevos comicios. En este caso, lo más probable es que los legisladores llamen a elecciones parlamentarias y presidenciales simultáneas.Los demócratas ven en las elecciones anticipadas "la única manera civilizada de terminar con la dualidad de poderes" que actualmente existe en Rusia. La otra vía es una confrontación armada, que puede surgir en el caso de que los diputados se nieguen categóricamente a autodisolverse, y Yeltsin se decida a actuar sin convocar a plebiscito. La Constitución prevé que si el presidente trata de disolver por la fuerza el Parlamento, automáticamente pierde su puesto, que será Ocupado por el vicepresidente. En semejante situación, la policía, el Ejército y el pueblo se verían enfrentados al dilema de obedecer a Borís Yeltsin o a Alexandr Rutskói.

Tras sus amenazas contra el Parlamento, Yeltsin emprendió ayer una ofensiva en otro frente al dirigirse hacia la ciudad de Petrozavodsk, cerca de la frontera con Finlandia, para asistir a una reunión con los líderes regionales rusos, a quienes el presidente quiere convencer para que acepten el próyecto de Constitución.

Los dirigentes de las 20 repúblicas que forman parte de. la Federación rusa -basadas la mayoría de ellas en criteriosétnicos-"exigen que la Carta Magna les otorgue más competencias que las 60 regiones, muchas de ellas más ricas y pobladas.

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