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Bazán: cerrado en agosto

Los astilleros murcianosno renunciar a vacaciones

Desde el 30 de julio al 30 de agosto, los astilleros y talleres de la Empresa Nacional Bazán, en Cartagena (Murcia), están prácticamente desiertos. La mayoría de los 2.000 trabajadores de la plantilla toma su mes de vacaciones en estas fechas. Este año los trabajadores se han ido de vacaciones después de una sonora polémica porque la empresa perdió un contrato con General Electric, a causa de que un grupo de especialistas no aceptó trabajar en agosto. El comité de empresa ha anunciado que está dispuesto a negociar en septiembre sobre horarios y turnos, para que no se pierdan más contratos.La noticia de la pérdida del contrato cayó como una bomba en Cartagena, sumida en una grave crisis industrial, porque hasta principios de 1995 (cuando se inicie el plan de construcción de una flotilla dé caza minas) entre 300 y 500 trabajadores de Bazán estarán sin actividad productiva, haciendo "trabajos de mantenimiento" por falta de pedidos.

La polémica saltó a la luz pública cuando trascendió el contenido de una carta, firmada por la dirección de la empresa, y remitida a toda la plantilla. En ella se critica la "desgana" de algunos trabajadores que con su postura "inadmisible" han abortado un contrato de 25.000 horas de trabajo' Esas personas, sigue la carta, "no tienen cabida" en la empresa, y añade que "aquellos que se sientan cómodos cobrando su salario en esta situación de falta de trabajo y que' se sientan explotados cuando tienen que trabajar, hay que recordarles que en esta casa no se retiene a nadie, que la puerta está abierta y que existe una enorme facilidad, incluso íncentiva, para que nos dejen".

El contrato perdido era la construcción de un sistema de tuberías para la. unidad de mezclado de plásticos de la fábrica de General Electric en Cartagena. Ninguno, del centenar de soldadores de Bazán, quiso aceptar el trabajo, que al ser un encargo externo era voluntario. Antonio Saez, presidente del comité de empresa, dice que le parece lógico que los Contratos establezcan precio y plazo de ' entrega, pero no el horario de trabajo. El horario requerido se justificaba para compatibilizar el resto de obras simultáneas de ingeniería del complejo químico, y era de ocho de la mañana a siete de la tarde. El horario actual para la mayoría de la plantilla de Bazán, es de jornada continuada de siete a 14.30. Saez dice desconocer -como se comentó en la factoría- que los soldadores exigieron una dieta adicional de 10.000 pesetas al día, además del, salario que perciben en Bazán.

"Asuntos internos"

El director de Bazán en Cartagena, Jesús Ruiz Jiménez, no ha querido comentar públicamente la polémica suscitada por la pérdida de este contrato, ni sobre la carta "porque estos temas son asuntos internos".La búsqueda de pedidos es hoy una obsesión en Bazán, desde que hace una década se iniciara el progresivo recorte de pedidos por parte del Ministerio de Defensa, tradicionalmente el único cliente de los astilleros públicos. La plantilla se ha reducido, en los últimos años, en casi un millar de trabajadores en Cartagena, y se ha eliminado la escuela de aprendices. Pese a ello, en estos momentos hay un cuarto de plantilla, según datos sindicales, -300 trabajadores, según la empresa- sin ocupación. "No están de brazos cruzados"_dice Antonio Saez, "hacen labores de mantenimiento, revisan las máquinas o pintan alguna cosa".

La carga de trabajo actual en Cartagena consiste en el carenado (revisión periódica) de un submarino, parte de la *estructura del nuevo buque logístico de la armada que se construye en Ferrol y los motores de un buque mercante. Hace tres años, en marzo de 1990, los Reyes presidieron la botadura del Hespérides, un barco oceanográfico que ha sido la última gran embarcación que ha salido de estos astilleros. La previsión es que hasta principios de 1995' no se iniciará la construcción de una flotilla de cazaminas, proyecto para el que el Gobierno murciano ha aportado 1.033 millones de pesetas sobre un presupuesto global de 55.000 millones.

Clientes 'civiles'

Vista la actual escasez de recursos de Defensa, Bazán busca clientes civiles. Uno de ellos ha sido Renfe, que gracias a un convenio también con financiación del Gobierno murciano, encargó en marzo 17 puentes metálicos para sustituir los viejos de la línea de ferrocarril Lorca-Águilas. Uno de estos puentes, el de Cañarete, después de construido se tuvo que desmontar porque se quedó corto en 40 centímetros. Se colocó de nuevo el viejo hasta que se realizó una compleja operación de soldadura que le dio la dimensión necesaria. Renfé, Bazán y otra firma de ingeniería negaron la responsabilidad por la "mala medida".El porcentaje de clientes civiles sobre el volumen de negocio oscila entre el 5% y el 10%, según datos de la empresa. El comité de empresa de Bazán dice que esta diversificación de actividades es vital para el futuro del astillero, y aseguran que la dirección nunca tuvo en cuenta sus recomendaciones de diversificar los turnos y horarios, con retenes permanentes, para atender cualquier pedido.

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