_
_
_
_
LIDIA

Dulces merengues

Antonio Lorca

Llegó Espartaco y casi se llenó la plaza. Ya era hora. Si el público soberano llega a saber qué el diestro de espartinas era, además, el dueño de los toros, se pone el cartel de "río hay billetes". Porque los toros de Espartaco son de los que gustan a los espectadores de feria: flojos, nobilísimos, bondadosos, que van y vienen sin un mal gesto, respetuosos, te dan la mano y hasta te abrazan y se hacen amigos de los toreros para toda la vida.El aficionado a los toros, se queda a dos velas porque aquellos dulces merengues carecen de emoción, pero el público se lo pasa de miedo. El público no es exigente y no se anda con exquisiteces. Cuando se lo pasa bien no es cuando ve torear, sino cuando no se torea; es decir, con los desplantes, los rodillazos, 'los abaniqueos y las brusquedades. Entonces, se pone de pie y le arden las manos.

Guateles / Espartaco, Litri, Ponce

Toros de Los Guateles, bien presentados, flojos y muy nobles; destacaron 2º y 5º.Juan Antonio Ruiz Espartaco: estocada contraria y un descabello (ovación); estocada caída (oreja). Miguel Báez Litri: estacada (oreja); cinco pinchazos y un descabello (ovación). Enrique Ponce: casi entera y descabello (dos orejas); casi entera (dos orejas). Salió a hombros. Plaza de toros de La Merced. 3 de agosto. Último festejo de las Colombinas. Casi lleno.

Qué más da si el toro se ha ido entero, si la faena ha carecido de emoción o si el torero sólo mostró sus carencias... Lo importante es que cada cual cuenta la feria como le va.

Labor de bisutería

Po r cierto, a Ponce se lo querían comer y eso que no es de Huelva. Su primero fue la tonta del bote, pero de color negro, con cuatro patas y dos pitones sospechosos de afeitado. Su toreo, bonito, tenía la misma emoción que si le embistiera un carrito en el patio de su casa. Su labor, de exquisita bisutería, la culminó con unos circulares que convirtieron la plaza en un manicomio.Aburrido y vulgar estuvo en el sexto, un animal descastado y blando que no le ayudó. Pero el torero es buen vendedor: un adorno por aquí, un abaniqueo por allí, un rodillazo más allá, y dos orejas. Así se escribe la historia. Y Enrique Ponce salió a hombros al término de esta quinta y última corrida de las fiestas Colombinas de Huelva.

Los subalternos Gabriel Puerta y Antonio Tejero tuvieron que desmonterarse tras colocar sendos pares de banderillas.

Pueblerino

Los dos toros más encastados de la tarde le tocaron a Miguel Báez Litri. Pero Litri estaba para que se fuera a la feria. No se enteró de lo que tenía delante. Su toreo suele ser vulgar; en esta ocasión, además, pueblerino.Litri estuvo por debajo de sus dos oponentes, que sólo vieron pico y muleta retrasada. Cómo estaría Litri en su primero que sólo le dieron una oreja. No llegó a emocionar . ni a sus paisanos. En el quinto, el más encastado, se vio apurado y superado en todo momento.

El dueño de los toros se conformó con lo peor: el inválido y el menos lucido. Espartaco estuvo, como siempre, sobrado de dominio, aunque no se empleó a fondo. Más decidido con el primero, en el que consiguió unos naturales, de frente sencillamente perfectos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_