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Una asociación quiere que los barcos a motor vuelvan a navegar

Guillermo Moreno de Carlos aprendió a esquiar en las aguas del pantano de San Juan. Ahora, con 37 años, es campeón de España de esquí náutico y ya no puede entrenar en su pantano. Gestiona el club San Ramón y dice que cada día son más los socios que se dan de baja.Guillermo es el impulsor de un grupo, en trámites de inscribirse, denominado Asociación para la Protección de las Aguas y Deportes del Pantano de San Juan (APAD), al que se adhieren los socios y gestores de los cinco clubes náuticos del pantano y los alcaldes de San Martín de Valdeiglesias (5.438 habitantes), Pe layos de la Presa (922) y Cebreros (Ávila, 3.700 vecinos), poblaciones que echan de menos el turismo náutico. APAD ha presentado un informe a la Confederación Hidrográfica del Tajo, de quien depende el pantano, tratando de demostrar que la navegación a motor no contamina, "y menos con gasolina sin plomo".

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El quid de la cuestión es, precisamente, el plomo. Por esa razón, asegura un portavoz del Canal de Isabel II, se prohibió temporalmente la navegación a motor en San Juan. La reglamentación técnico-sanitaria exige que en el agua de bebida haya menos de 50 microgramos de este metal por litro. "Ahora tiene un microgramo", aseguran en el Canal. ¿Se puede eliminar el plomo en el tratamiento a que es sometida el agua? El portavoz del Canal asegura que los técnicos de tratamientos de aguas no conocen ningún método para eliminar este metal.

Gasolina sin plomo

Las propuestas de APAD, que liga la prohibición de navegar a la crisis ribereña y la contaminación a los vertidos aguas arriba, incluyen que sólo se navegue con gasolina sin plomo, que se hagan inspecciones periódicas de las embarcaciones (una especie de ITV para motoras) y que se limite la eslora, la potencia de los barcos y su número: 500 barcos a motor, que saldrán siempre de los clubes, además de acotarse las zonas de baño. En la Confederación aseguran que a APAD le van a dar malas noticias: "Puede que otros usos, incluso el baño, se limiten en el pantano".Quienes están encantados con que los motores se hayan ido son los miembros de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Aedenat). Dice su portavoz, Santiago Martín Barajas, que aquí están en juego "los intereses de unos pocos frente al bien de muchos", incluidos los animales en peligro de extinción y sensibles al ruido que viven en los pinares que rodean el pantano, según Aedenat: águila imperial, buitre negro, halcón, lince o cigüeña negra. "Las motoras generan más impacto ambiental que los 25.000 visitantes", advierte Martín Barajas.

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