Iglesia y sindicatos

Como dice un refrán, "con la Iglesia hemos topado", y eso es precisamente lo que les pasará a los sindicatos mayoritarios de este país (a través de sus máximos representantes, Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo) cuando éstos se reúnan para hablar del pacto social con la cúpula del episcopado.Aunque yo no tengo nada contra la Iglesia, se puede considerar a la misma como uno de los poderes fácticos que existen dentro del Estado español, y digo más: este inesperado encuentro es ni más ni menos que un fiel reflejo del reformismo en que están cayendo las direcciones de estos dos sindicatos, así como la decadencia del sindicalismo de clase y revolucionario. Cosas de la democracia.

Ante esto me pregunto: ¿puede aportar la Iglesia (esta Iglesia) algo beneficioso para el conjunto de la clase trabajadora?

¿Va a renunciar incluso a cobrar el impuesto religioso para donarlo a los que se encuentren en paro?

Ya sabemos de la Iglesia que estamos hablando: no es mi Iglesia, no es la Iglesia de la teología de la liberación, la Iglesia de Ignacio Ellacuría, de Leonardo Boff o de Fernando y Ernesto Cardenal.

No, nos estamos refiriendo a la Iglesia que está en contra del aborto, contra el divorcio, que condena la homosexualidad y que se gasta millones de dólares cada vez que viaja el Papa. Es la misma Iglesia que casi siempre se alinea con el más poderoso, por lo que esta entrevista (o como se la quiera llamar) es contra natura. y no debería celebrarse.

De otro lado, centrando ya el tema en lo que es el llamado pacto social, tengo que decir que, de una manera u otra, siempre nos toca perder a los mismos, es decir, a la clase obrera; por tanto, el que suscribe (militante de CC 00) manifiesta desde estas páginas un no rotundo a dicho pacto social, teniendo en cuenta además que yo (al igual que otros muchos miles de afiliados y militantes de este sindicato) no he sido consultado-