Cinco muertos y más de veinte de heridos en tres atentados con coche bomba en Milán y Roma
Un potente bomba instalada en un coche Fiat Uno hizo explosión sobre las 23.15 de ayer en el centro de Milán, causando al menos cinco muertos y numerosos heridos. Poco después, sobre las doce de la noche, cuando la noticia anterior comenzaba a ser transmitida por las agencias de prensa, otras dos potentes explosiones hicieron temblar las casas del centro de Roma. Éstas fueron provocadas también por bombas colocadas en vehículos. Una de ellas causó importantes daños en el interior de la histórica basílica de San Juan de Letrán. La otra destruyó parcialmente una iglesia próxima a la Bocca de la Veritá. Entre los tres atentados, el número de muertos es de cinco, y el de heridos supera los 20.
Las explosiones romanas dieron paso a un ensordecedor ulular de sirenas, que permitía prever importantes daños humanos, no confirmados al cierre de esta edición. El centro de la capital fue escenario de un gigantesco caos de tráfico, mientras la policía procedía a controlar todos los vehículos de la zona. Decenas de coches de la policía y de ambulancias provocaron un enorme atasco en la zona turística donde tuvieron lugar los atentados.La bomba milanesa explotó en la Vía Palestro, próxima a la plaza Cavour, una zona del centro que aloja numerosas oficinas de prensa. El estallido provocó un gran socavón en el pavimiento, mientras los trozos retorcidos de carrocería de los coches estacionados en la zona atestiguaban la violencia de la explosión.
Doblemente criminal
El atentado fue doblemente criminal, ya que los asesinos que lo efectuaron utilizaron además el procedimiento de la trampa Una llamada advirtió, en efecto, poco después de las 23.00 horas de ayer, de que un coche ardía en la calle reseñada. Llegaron los bomberos, que se precipitaron al lugar del siniestro, mientras otra llamada advertía de la inminente explosión de una bomba. Los bomberos no tuvieron tiempo de protegerse. Tres de ellos figuran entre las víctimas mortales, así como un guardia urbano y un hombre de raza negra, según informó la Jefatura de Policía. El número de heridos se estima en una decena.El atentado de Milán mostraba una conexión directísima con el registrado el pasado 27 de mayo en Florencia, poco después de otro, también por coche bomba, que causó grandes destrozos en un barrio residencial de Roma. La potencia de la explosión fue enorme: trozos del motor del coche aparecieron a 150 metros de donde se encontraba el Fiat que contenía el explosivo. Además, todo hace sospechar, por la localización del explosivo, que los autores del atentado trataban de llamar al máximo la atención de la opinión pública internacional.
Esta última circunstancia, así como la casi simultaneidad entre los tres atentados, hace pensar en una autoría común. Además de herir a personas en zonas como San Giovanni y en las proximidades del circo Massimo, que están muy concurridas de noche en esta época turística y estiva, los autores de los atentados pretendían golpear monumentos de los que hoy hablará la prensa mundial.
De acuerdo con las primeras informaciones, dos personas jóvenes habrían colocado los explosivos y habrían abandonado a la carrera los lugares donde estallaron las bombas. Las descripciones de los testigos sugieren que estas personas podrían ser las mismas en los dos atentados de la capital.
Declaraciones de Garofano
Pocas horas antes de los ataques de anoche, en los telediarios de las ocho de la tarde, las distintas cadenas de la televisión italiana habían indicado que Giuseppe Garofano, el principal testigo del caso Ferruzzi, había comenzado a dar los nombres de los máximos dirigentes políticos que, según su testimonio, percibieron las mayores comisiones ilegales de la historia de Italia, pagadas por la empresa Montedison con cargo al Estado.También se elevaba hasta puntos críticos la polémica sobre la necesidad de celebrar las elecciones generales cuanto antes, y de aprobar la reforma de la ley electoral que introducirá el siste ma mayoritario en Italia. La democracia cristiana acababa de anunciar su apoyo a la reforma.
Otro conflicto, el de la huelga de camioneros, que había amenazado con bloquear Italia en este comienzo de las grandes vacaciones veraniegas, había sido en cambio resuelto.
El primer ministro, Carlo Ciampi, se encontraba anoche reunido con sus más próximos colaboradores.
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