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LA NUEVA LEGISLATURA

Mohedano renuncia para "no lesionar" al PSOE

El secretario del Grupo Socialista acepta dejar el cargo, pero seguirá de diputado

Luis R. Aizpeolea

José María Mohedano anunciará hoy su renuncia como secretario general del Grupo Parlamentario Socialista para "no lesionar" la imagen del PSOE tras la polémica suscitada por su asesoramiento al constructor José Luis Gómez-Pinto, responsable de presuntos fraudes inmobiliarios. Mohedano hizo ayer evidente que hoy comunicará su renuncia al Grupo Socialista, pero que seguirá como diputado. El parlamentario indicó que había hablado con Felipe González el martes -ayer le envió su carta de renuncia-, y señaló que el presidente le dio "libertad absoluta" para decidir. El diputado agregó que no entendía "algunas cosas" del caso y se extrañó por la actuación del diputado socialista Juan Pedro Hernández Moltó, quien puso en duda su nombramiento.

Con esta decisión Mohedano, el Gobierno y el PSOE tratan de parar la polémica suscitada por el asesoramiento del abogado y diputado socialista al empresario José Luis Gómez-Pinto Fontán, responsable de múltiples irregularidades en promociones inmobiliarias madrileñas.El todavía secretario general del Grupo Socialista fue ayer claro en su comparecencia ante los periodistas: "Las personas que desempeñamos cargos públicos tenemos que tener siempre nuestro cargo a disposición del partido y de los ciudadanos. La reacción conviene que sea rápida para que durante el tiempo que dura la polémica no se produzca ninguna lesión ni ningún daño al partido o al grupo".

Libertad absoluta

El diputado socialista, con el argumento de su dimisión, explicó, sin decirlo, la nueva filosofía de Felipe González, que una vez aprendida la lección del caso Filesa no está dispuesto a admitir que ningún escándalo o polémica salpiquen al partido socialista. Mohedano admitió haber hablado el martes tanto con Felipe González como con el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga, aunque matizó que los dos le habían dejado absoluta libertad para tomar cualquier decisión. "Ambos me expresaron su solidaridad, su amistad y creo que su confianza", dijo. Precisó, incluso, que había puesto su cargo a disposición de Carlos Solchaga el pasado jueves, cuando EL PAÍS publicó las primeras informaciones que le vinculaban al constructor Gómez-Pinto. Ayer mismo, Mohedano envió una carta a Felipe González en la que le anunciaba su renuncia al cargo.

José María Mohedano, no obstante, no cree necesario renunciar a su acta de diputado: "No hay ninguna razón para ello porque esto es bastante distinto al cargo de secretario general del grupo".

El diputado socialista, que a ratos se mostró conmovido y nervioso, manifestó su sorpresa por la polémica suscitada en torno a su caso y dejó entrever que había algún, tipo de conspiración de la que él se siente víctima. En primer término, se preguntó qué interés había al denunciar como irregular su relación profesional con el constructor José Luis Gómez-Pinto Fontán. Y a renglón seguido, manifestó: "Me he sentido en medio de un huracán y de una pelea en la que yo no sabía lo que ocurría".

Mohedano no precisó mucho más. Se refirió a algunos artículos de prensa en los que se le cita como "chivo expiatorio de una caza de brujas dentro del PSOE", pero sí dio una pista más concreta de sus sospechas al citar a Juan Pedro Hernández Moltó, diputado socialista, secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, y uno de los líderes del sector renovador del partido.

Según Mohedano, Hernández Moltó le telefoneó el 28 de junio por la mañana, día de su elección como secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, pata manifestarle que la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, reunida tres días antes, no le había elegido para ese cargo, en contradicción con lo que manifestaban todos los medios de comunicación.

Mohedano agregó que tras recibir esa llamada hizo diversas indagaciones hasta comprobar que las manifestaciones de Hernández Moltó no eran ciertas y que no había una candidatura alternativa a la suya. "Ya empecé en este cargo de manera accidentada y con mal pie", dijo a modo de conclusión, pero no fue más allá en sus sospechas sobre el secretario general socialista de Castilla-La Mancha.

El diputado reivindicó su biografía política y profesional en términos de "honradez, limpieza y generosidad", y mostró una carta remitida por el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Martí Mingarro, en reconocimiento de la libertad de defensa.

Mohedano, quien llegó a admitir que se podía haber equivocado al usar un Jaguar de 10 millones propiedad de una empresa de Gómez-Pinto, concluyó: "El tiempo, que espero que no sea mucho, hará que resplandezca la verdad, si todavía alguien tiene dudas sobre las afirmaciones injustas que se han hecho sobre mi trayectoria".

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