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Motín de cuatro horas en la cárcel de Tenerife en protesta por su masificación

Unos 80 internos de la prisión Tenerife II se subieron ayer a los tejados de la cárcel durante cuatro horas y media para protestar por la instalación de literas en las celdas de este centro, cuyo fin es duplicar la capacidad del mismo. Los reclusos, pertenecientes en su mayoría al módulo V (que cumplen las condenas más largas) reaccionaron de esta manera tras conocer que Asuntos Penitenciarios había ordenado el traslado definitivo de las polémicas literas desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife hasta el interior del centro penitenciario.

Durante el motín, los presos no ocasionaron ningún incidente ni destrozo. Los reclusos depusieron su actitud, al ser convencidos de ello por el director y varios funcionarios. Sin embargo, el responsable del centro anunció que la Administración aplicará sanciones a los amotinados.El director del establecimiento, Jaime Leiva, confirmó que ya ha comenzado la colocación de literas en las celdas y que esta operación se prolongará durante una semana. Fuentes de CC OO-Prisiones acusaron al director general de Establecimientos Penitenciarios, Pedro Pablo Mansilla, de haber incumplido las promesas que le hizo al sindicato hace dos días: "Él nos dijo que sólo se meterían literas en el módulo de ingresos y sabemos que en el módulo VI ya se han instalado 100 literas".

El gobernador civil, Ángel Delgado, el director de la prisión y un inspector de Asuntos Penitenciarios informaron que el hecho de que se instalen en la cárcel más de 800 literas "no significa que vayan a ser ocupadas todas".

Los presos, que portaban una sábana blanca en la que habían escrito "No, no literas", habían advertido que continuarían en su actitud todo el tiempo que hiciera falta y se mostraron dispuestos a usar la fuerza. Los sindicatos de funcionarios del centro hicieron público un "llamamiento a la calma y a la cordura" dirigido a los reclusos para que volvieran de inmediato a la normalidad, "cauce sin el cual es imposible encontrar solución a los problemas planteados".

Un portavoz sindical informó que unos 25 internos de Tenerife II habían sido trasladados ya a la prisión de El Dueso, en Santander, y que las autoridades penitenciarias tenían previsto aprovechar sus celdas para colocar las literas.

Leiva justificó el incremento del número de presos en esta cárcel como una solución para evitar el desplazamiento de reclusos canarios a la Península. Sin embargo, los sindicatos de prisiones afirmaron, en contra de esta explicación, que "ningún recluso de las islas ha sido trasladado en contra de su voluntad hasta ahora, que nosotros sepamos".

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850 reclusos

La prisión Tenerife II, dotada para acoger actualmente a unos 850 internos, podrá duplicar su capacidad una vez que hayan sido instaladas todas las literas previstas. Los funcionarios de la cárcel han calificado esta medida de "salvajada".CC OO, UGT, CSIF y la Agrupación del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) proponen como alternativa la reapertura provisional de la prisión Tenerife I, ubicada en la capital de la isla, y como solución a largo plazo la construcción de una nueva cárcel en Gran Canaria.

La Secretaría General de Asuntos Penitenciarios sostiene que las literas son la respuesta a la superpoblación de internos. Hasta 1998 no se conseguirá equilibrar en España el número de plazas con el de presos.

Según fuentes de la Administración, la instalación de literas no es una medida "deseada", pero es inevitable y se ha venido aplicando en otras prisiones.

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