El concierto de Guns N'Roses

Le agradecería que, a pesar de mi corta edad, 16 años, publicase esta carta, en contra de la opinión de los firmantes de los artículos publicados en EL PAÍS del día 8 de julio sobre el concierto de rock que ofreció la banda norteamericana Guns N'Roses en el estadio Vicente Calderón.En primer lugar, querría resaltar la potente actuación que tuvo el primer grupo telonero, Suicidal Tendencies, que dejó con muy buen sabor de boca a la gente que no les conocía y que hizo vibrar en todo a quien, como yo, conocemos a este grupo.

Además, la intervención de Brian May, ex guitarrista de Queen, hizo que en ningún momento la gente dejase de dar palmas, sobre todo en canciones como Tie your mother down y We will rock you.

Finalmente, hablaré de la maravillosa actuación de Guns N'Roses: cada uno de los componentes de la banda se dejó la piel en el escenario, el sonido fue perfecto en todo momento; Axl Rose no se enfadó con el público, sino que incluso bromeó con él; el unplugged ofrecido a mitad de concierte, fue simplemente increíble; la gente nunca se aburrió, y la potente voz de Axl Rose puso la guinda a un fantástico concierto, al que no le faltó nada.

A propósito: Axl nunca tiró con furia el micrófono al público, sino que se lo regaló después de la actuación, y tampoco hizo eso de "darle un mordisco a una pizza y después tirar los restos al público".