Un enviado de la ONU intenta evitar una nueva crisis con Bagdad

Rolf Ekeus, presidente de la Comisión Especial de las Naciones Unidas encargada de destruir la capacidad armamentista iraquí, tiene previsto llegar mañana a Bagdad para tratar de convencer al régimen de Sadam Husein de que permita la instalación de cámaras de vídeo en dos centros de pruebas de misiles y evite así las "graves consecuencias" que su negativa puede tener.Después de informar al Consejo de Seguridad sobre su nueva misión en Bagdad, Ekeus indicó que espera que durante la semana que permanecerá en Irak no se produzca ningún ataque contra ese país. El enviado de la ONU insistió en que tratará de hacer entender a las autoridades iraquíes que no pueden impedir la vigilancia de sus instalaciones y que la negativa a colocar las cámaras "constituye una violación material" de los acuerdos que permitieron el alto el fuego en la guerra del Golfo.

Sin comentario alguno, la radio oficial iraquí anunció en la medianoche del lunes la llegada de Ekeus. La noticia dio un respiro a la población que se termía un nuevo ataque esta misma semana. El ministro de Industria, Amer Hammudi al Sadi, sin embargo, calificó de "espías y saboteadores" a los inspectores de la ONU en una entrevista que publicaba ayer un diario iraquí.