El Gobierno italiano se propone reducir la presión fiscal y el gasto de sanidad

El Gobierno italiano, presidido por el ex gobernador del Banco de Italia Carlo Azeglio Ciampi, se propone reducir la presión fiscal en unos 17 billones de liras (unos 150.000 millones de pesetas), cantidad similar al ahorro de intereses de la deuda pública derivado de las recientes reducciones de los tipos y que representa aproximadamente un punto del PIB.No obstante esa renuncia a sustanciosos ingresos fiscales, Ciampi se ha fijado como objetivo reducir el déficit público en 31 billones de liras, a fin de mantenerlo durante 1994 dentro del límite de 150 billones de liras que se había establecido para el presente año y que será superado en al menos un 10%. Según los datos dados a conocer ayer, la deuda italiana asciende a 2.000 billones de liras, más de 170 billones de pesetas.

Durante la reunión celebrada ayer con las partes sociales para anunciarles estos objetivos del programa económico, el Gobierno prometió a los sindicatos que no bloqueará las pensiones. Los recortes afectarían en modo destacado al Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se rumorea que unas 40 embajadas están en el aire.

Pero las economías afectarán también al sector de Sanidad, donde Ciampi desea que se ahorren otros dos billones de liras adicionales al recorte de tres billones de liras facilitado por la drástica reforma aprobada hace un año. Los sindicatos han advertido que no aceptarán más recortes en ese terreno. El Gobierno también aprobó ayer los objetivos de crecimiento para el próximo trienio con tasas de un 1,6% para 1994, y del 2% y el 2,5% para los dos años siguientes). Los objetivos de inflación media para los próximos tres años, son del 2,7%, 2,5% y 2%.