El útero no fue imprescindible
Nace vivo el primer bebé español gestado en el abdomen, un milagro entre otros nueve en el mundo
El milagro ha sido posible esta vez. Una mujer guipuzcoana de 34 años dio a luz el pasado mes de junio en perfectas condiciones una niña de 3,200 kilogramos gestada durante ocho meses en su cavidad abdominal, fuera del útero. El equipo médico que la atendió en la clínica Quirón, de San Sebastián, considera este hecho "absolutamente excepcional", ya que sólo existen nueve casos similares descritos en la literatura científica de los últimos 25 años.Una de las primeras conclusiones que los médicos han extraído de este fenómeno, ocurrido sin intervención de la ciencia, es la posibilidad de que un varón pueda gestar un ser humano. "Se podría pensar en la posibilidad de implantar un óvulo fecundado en la cavidad abdominal de un varón y después someterle a un tratamiento hormonal durante los primeros tres meses hasta que la placenta se hace autónoma", explicó el gerente de la clínica Quirón, Carlos Alberich. En su opinión, la dificultad de conseguir que el óvulo anide en el abdomen es exactamente igual para un hombre que para una mujer, si bien matizó: "A nadie en su sano juicio se le ocurriría, por el tremendo riesgo que tiene un embarazo extrauterino para la madre".
A la mujer no se le detectó su embarazo extrauterino en las múltiples ecografías a las que se sometió durante sus ocho meses de gestación, según Alberich. "`A la primera acudió tarde, después del tercer mes. Entonces el embrión ya tapa el útero y es difícil detectarlo". Fue en la última ecografía cuando se vio que el bebé venía de nalgas, y se decidió practicarle la cesárea.
La niña había estado creciendo en una placenta situada en la cavidad abdominal y nutriéndose a través de vasos sanguíneos del intestino de la madre. Por ello, el peligro residió en las hemorragias que sufrió en el parto la mujer al intentar separar esa placenta de todos los órganos vitales a los que se había atado. A la madre se le transfundieron seis litros de sangre y siete de plasma, que equivale a recambiarle su sangre unas tres veces. Hubo que reconstruirle el uréter y extirparle el útero, que permanecía adherido a la placenta. Con todo, fue dada de alta nueve días después del parto y, según los médicos, está bien.
"Que un embarazo extrauterino llegue a término es un caso extraordinariamente excepcional. En España, este embarazo se ha producido muy pocas veces y todas las grandes maternidades han tenido algún caso, pero con una alta mortalidad", afirma Nolasc Barri, responsable de la unidad de medicina reproductiva de la clínica Dexeus, de Barcelona.
Si la medicina se lo propusiera, podría encontrar los mecanismos para conseguir que el embrión anidase en la cavidad abdominal masculina. "Plantearlo así es una boutade", afirma Barri, "pero, en el plano teórico, no cabe duda de que es una posibilidad. De todos modos, ¿para que vamos a plantearla, si la vía reproductiva que nos ha dado la naturaleza funciona de forma tan perfecta", concluye Barri.
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