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Las deudas del promotor de Nuevo Versalles equivalen a unos 4.000 millones de pesetas actuales

El promotor de la urbanización Nuevo Versalles, José Luis Pinto Fontán, dejó deudas por valor de 1.000 millones de pesetas en 1978, según el portavoz de una de las empresas acreedoras (véase EL PAÍS de ayer). Esa compañía, dedicada al movimiento de tierras, fue una de las que se quedaron sin cobrar cuando el juzgado que procesó al constructor le declaró insolvente. Los 1.000 millones de pesetas de 1978 equivaldrían a unos 4.000 millones de pesetas de 1992, una vez sumados los incrementos medios anuales del índice de precios al consumo (IPC).Alguinas personas se cobraron en especie: se llevaron diversos materiales de la urbanización Nuevo Versalles (grúas y herramientas de las obras). Los vecinos de Nuevo Versalles, cuyo esqueleto está demoliendo ahora la Comunidad de Madrid, recuerdan que hubo quien incluso se apoderó de las bañeras de los edificios abandonados.

José María Domínguez, actual concejal por IU de Fuenlabrada y ex presidente de la asociación de vecinos de Nuevo Versalles, afirma que el promotor de la urbanización, José Luis Pinto Fontán, fue indultado en uno de los últimos consejos de ministros presididos por Francisco Franco (la última vez que el dictador encabezó una reunión del Gobierno fue el 17 de octubre de 1975).

En la información publicada ayer, la alteración del orden de un par de párrafos daba lugar a confusión. Según este edil, Pinto Fontán fue procesado por primera vez hacia 1973, y se le condenó a siete meses de arresto y una multa de más de cien millones de pesetas. El motivo de la condena fueron las irregularidades cometidas en la construcción de Villafontana II, en Móstoles, uno de los negocios inmobiliarios de Pinto Fontán.

Nuevas sanciones

"Se indultó al constructor a condición de que se subsanasen las deficiencias", recuerda Domínguez. Sin embargo, ni en los archivos del Ministerio de Justicia ni en los de la Presidencia del Gobierno consta que se le haya concedido ningún indulto, al menos en 1975.En todo caso, el promotor siguió haciendo caso omiso de las normativas urbanísticas, lo que le valió dos multas de la Dirección General de la Vivienda en 1976 y 1978. En esa fecha los vecinos perjudicados consiguen llevar de nuevo a Pinto a los tribunales. Pero en este segundo proceso, que resolvió el Juzgado número 9 de Instrucción de Madrid, se desestimó la acusación por estafa y sólo se juzgó la responsabilidad de Pinto Fontán por las deudas contraídas.

Sin embargo, Pinto se declara insolvente: ya había traspasado las propiedades de sus empresas a otras en las que no figura su nombre (ni como Pinto Fontán, como se le conocía entonces ni con su nuevo apellido: Gómez-Pinto Fontán). Ahora, el promotor vive en un chalé de Somosaguas cuyo valor catastral es de 144 millones de pesetas.

Entre sus acreedores se encontraba el Banco de Valladolid, que le había concedido créditos por valor de 2.500 millones de pesetas -aunque algunas fuentes elevan el débito hasta 8.000 millones de pesetas de la época-.

El banco, presidido por Domingo López Alonso, fue intervenido. Los 2.000 millones de pesetas que el Fondo de Garantía de Depósitos (hospital de los bancos) aportó a la entidad financiera no lograron remontar la crisis. Vicente Calderón, presidente del Atlético de Madrid, adquirió un importante paquete de acciones del Valladolid. Pero en julio de 1978, Domingo López Alonso se presentó en la Junta General de Accionistas acompañado del notario Carlos Arias Navarro, (el último jefe de Gobierno de la dictadura), quien certificó que López Alonso continuaba siendo el propietario del 60% del capital del banco.

A finales de ese mes de julio López Alonso vuelve a la cabeza del Valladolid. Duró poco: antes de navidades el hospital de bancos se hace cargo de la entidad financiera y en febrero de 1981 se lo vende a Barclays Bank por 800 millones de pesetas. Era la primera vez que una entidad extranjera adquiría un banco español.

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