Draskovic se declara en huelga de hambre
El líder opositor serbio, Vuk Draskovic, detenido el 2 de junio y fuertemente golpeado por la policía durante la detención y el interrogatorio, ha anunciado el comienzo de una huelga de hambre con la intención de "morir y no permitir a mis torturadores una satisfacción prolongada", según explica en una carta. Draskovic y su esposa, Danica, fueron encarcelados al final de violentas manifestaciones antigubernamentales que ocasionaron la muerte de un policía. Los dos son acusados de alentar la destrucción del sistema político.Las intervenciones del presidente francés, François Mitterrand; del primer ministro griego, Constantino Mitsotakis; de la Comunidad Europea (CE); del mediador de la CE en la crisis yugoslava, David Owen, y de centenares de intelectuales europeos exigiendo al presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, la liberación de Draskovic han sido infructuosas. Milosevic se mantuvo firme en su decisión de destruir física y mentalmente al hombre más audaz en sus críticas contra el régimen serbio.
Dos manifestaciones por la liberación de Draskovic, que congregaron a más de 5.000 personas cada una, no ablandaron la posición oficial de Belgrado. Draskovic padece lesiones graves en todo su cuerpo causadas por la paliza propinada por la policía. El consejo médico del centro clínico de Belgrado en donde el líder opositor se encuentra hospitalizado (sección de neurología) emitió un comunicado la víspera de su decisión de rechazar alimentos y medicamentos en el sentido de que su estado físico se había deteriorado. Explicando su decisión, Draskovic ha pedido dos cosas: la liberación de su mujer, que necesita una intervención quirúrgica en la columna vertebral (lesionada por los golpes), y la suspensión de las manifestaciones callejeras, "para que mi desgracia no cause una desgracia mayor, y para que el odio y los conflictos no incendien nuestra Serbia". El líder opositor precisa que su decisión se debe a la prolongación injustificada de su detención.
La ministra de Derechos Humanos, Margit Savovic, no deplora la situación de los derechos humanos en Serbia y asegura que "los que golpean serán golpeados". Irritada por la solicitud de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), durante su última reunión en Praga, de investigar el caso Draskovic, Savovic aprovechó la conclusión del mandato de los observadores de esa organización en las zonas étnicamente mixtas y potencialmente conflictivas -Kosovo (con mayoría albanesa) y Sandzak (con población musulmana)- para ordenar el cierre de las misiones, al no extender su mandato. La ministra Savovic exige la readmisión de Yugoslavia en la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea, de donde ese país fue expulsado el año pasado.
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