Los socialistas catalanes celebraran un congreso en octubre para debatir su propuesta de renovación

Los socialistas catalanes han empezado a calentar motores. La comisión ejecutiva del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) acordó ayer convocar para el próximo mes de octubre un congreso extraordinario para debatir la propuesta de renovación del partido, tanto a nivel de Cataluña como del conjunto de España. La decisión, que deberá ser tomada oficialmente por el consejo nacional del PSC en septiembre, pretende adelantarse al congreso federal del PSOE con el fin de acudir a él con unos planteamientos definidos y ampliamente respaldados por las bases del socialismo catalán.

La convocatoria del congreso extraordinario tiene este único objetivo, según admitió ayer el primer secretario del PSC, Raimom Obiols, al término de la reunión de la ejecutiva, en la que también participó el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra. La opción de adelantar el congreso ordinario de los socialistas catalanes -que se celebrará en el primer trimestre de 1994- no hubiera sido suficiente para llegar a tiempo, ya que los estatutos exigen un plazo mínimo de cuatro meses para convocarlo. El congreso del PSOE podría celebrarse hacia finales de este año.Los socialistas catalanes pretenden erigirse en una referencia para el resto de los socialistas españoles y convertir su congreso en una avanzadilla de lo que debe ser el debate interno del PSOE. El propio Obiols recordó ayer la inflexión que supuso el VI Congreso del PSC celebrado en octubre de 1990 y la capital intervención que tuvo en él Felipe González. "Fue el pistoletazo de salida del proceso de renovación", señaló.

Mandato popular

Obiols reiteró la necesidad de abrir un amplio proceso de renovación en el seno del socialismo catalán y español. Una "necesidad" que, según el líder del PSC, "se ha convertido en un mandato popular tras las elecciones del 6 de junio". A su juicio, este cambio debe seguir tres líneas: un retorno a la tradición de "honestidad y sobriedad" del socialismo democrático, con una "limpieza a fondo de la vida política"; un "giro social" basado en el mantenimiento del Estado del bienestar y en la concertación social, y un nuevo "impulso democrático" que afecte a las instituciones y los partidos políticos.

En opinión de Obiols, los acontecimientos y cambios producidos en el mundo en los últimos cuatro años -con la caída del comunismo- obligan a los socialistas a buscar nuevos planteamientos y a emprender un proceso de "autorreforma y renovación enérgica", que, a su juicio, debe alcanzar a todos los ámbitos.

Refiriéndose en este caso estrictamente al PSC, Obiols afirmó que se equivocan quienes piensan que la renovación afecta más al PSOE que al socialismo catalán, y advirtió: "Nada quedará al margen de este proceso".

En línea con estos nuevos planteamientos, Obiols efectuó un llamamiento a todas las organizaciones ecologistas catalanas a integrarse en el PSC y a participar en una asamblea constituyente que se celebrará tras las vacaciones de verano.

El primer secretario de los socialistas catalanes manifestó la necesidad de que se produzca "una contaminación mutua" entre las culturas políticas del movimiento ecologista y del socialismo reformista.

La e ecutiva del PSC analizo asimismo las negociaciones con los nacionalistas para llegar a acuerdos estables y, eventualmente, a un Gobierno de coalición. Los socialistas catalanes se mostraron favorables a la continuidad de estas negociaciones, así como al mantenimiento del diálogo con Izquierda Unida.