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La viuda de Budiaf culpa al 'sistema' argelino del asesinato de su esposo

"Budiaf fue asesinado por el sistema" afirmó la esposa del ex presidente de la República de Argelia en un emotivo acto fúnebre celebrado ayer en el cementerio nacional de El Alia, con ocasión del primer aniversario de la muerte de su marido. Argelia guardó, por este motivo, un minuto de silencio. El tráfico se paralizó y sólo se pudieron escuchar las sirenas de los barcos del puerto de Argel y las notas del himno nacional difundidas por la radio y la televisión.

Fatiha Budiaf acudió ayer al cementerio de El Alia, en las afueras de Argel, a las once de la mañana, a la misma hora en que un año antes había sido asesinado su marido en Anaba por los disparos de un miembro de su guardia personal. Entró en el camposanto con mucha dignidad, en medio de una tensión impresionante, mientras centenares de personas rompieron el silencio con una salva de aplausos y con gritos reclamando la verdad sobre el magnicidio.La viuda, embargada por una gran emoción, pronunció unas palabras muy duras, en las que aseguró que "la comisión de investigación traicionó la verdad por cobardía". Luego, de manera mucho más clara, añadió: "Budiaf fue asesinado por el sistema". La viuda aseguró a continuación que su marido "quería empezar la reconstrucción del país, dejando después el relevo para los más jóvenes". No especificó si esta reconstrucción llevaba pareja la modernización del sistema político que ahora culpa.

En ese momento, una multitud rodeaba a la viuda de Budiaf, que se encontraba estrechamente protegida, mientras fotógrafos y periodistas pugnaban por llegar hasta ella. Por doquier habían aparecido los retratos, los carteles y las postales con el rostro del asesinado presidente. Las mujeres lanzaban yuyúes de dolor y los brazos se alzaban hacia el cielo, empuñando rosas y pancartas en las que se podía leer: "¿Quién ha asesinado a Budiaf?"

La 'otra' ceremonia

La ceremonia oficial de homenaje a Budiaf había sido mucho más discreta. Se celebró horas antes, en ese mismo lugar, el cementerio nacional, entre la serenidad y el silencio. El público fue otro. La ceremonia estuvo presidida por tres miembros del Alto Comité de Estado -el general mayor Jaled Nezzar, Alí Harún y Tedjini Hadam-, que colocaron una corona de flores sobre la tumba de Budiaf. Luego leyeron la fatiha, el primer versículo del Corán, que se acostumbra a pronunciar en los responsos fúnebres.Ninguno de estos actos llegó a ser multitudinario. Tampoco lo logró el que se desarrolló por la tarde en el gran auditorio de la Casa del Pueblo, la sede de la Unión General de los Trabajores Argelinos, en la plaza del Primero de Mayo. La reunión había sido convocada por el sindicato UGTA, la Unión Nacional de Empresarios Públicos y la Confederación Argelina de Patrones y otras organizaciones sindicales y cívicas, que el pasado 22 de marzo reunieron en las calles de toda Argelia a millares de ciudadanos para *protestar contra la violencia y el terrorismo. Esta convocatoria pública de homenaje a Budiaf había sido previamente desaconsejada por el Gobierno por razones de seguridad.

El acto de la Casa del Pueblo intentó ser, además de una convocatoria en recuerdo de Budiaf,una llamada contra la violencia. Una violencia que no cesa en Argelia y que, según las últimas informaciones facilitadas por la agencia de prensa oficial APS, se ha saldado con tres nuevas víctimas. Se trata de dos radicales- islamistas que fueron abatidos a tiros en el barrio de los Eucaliptos de Argel pocas horas después de que cayera asesinado en el mismo barrio un militar en el momento en que salía de su casa y se dirigía a su puesto de trabajo. En lo que va de mes tan muerto en Argelia 52 extremistas, 10 agentes de seguridad y, 14 civiles.

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