El espíritu del 'Guernica', abandona el Casón
El traslado del mural de Picasso reduce el número de visitantes de 50.000 a 5.000
El salón central del Casón del Buen Retiro muestra a partir de hoy El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros, un. óleo de 3,90 por 6 metros del pintor valenciano Antonio Gisbert, en el mismo lugar en que estuvo situado el mural Guernica, de Picasso, desde su llegada a España, en 1981, hasta su traslado al Museo Nacional Reina Sofía, el 26 de julio de 1992. Desde entonces, el número de visitantes ha sufrido una7 fuerte desbandada: de una media de 50.000 personas durante el mes de mayo de 1992 se ha descendido a unos 5.000 visitantes durante el mismo mes de este año.
Las grandes obras de la pintura de historia del siglo XIX han vuelto de los depósitos y almacenes en una nueva presentación de las colecciones del Museo del Prado, cuya exposición sólo llega al 20% de sus fondos.La bóveda pintada al fresco sobre estuco de Lucas Jordán, con la Alegoría de la Institución de la Orden del Toisón de Oro, ha sido testigo del desenrollamiento del Guernica cuando llegó a España en 1981 procedente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. También pudo ver a los técnicos enrollar ese mismo año el fusilamiento de Torrijos, de Gisbert, para guardarlo en los almacenes del Casón del Buen Retiro.
Once años después, la obra de Gisbert y los grandes lienzos del arte español del siglo XIX se exhiben en el que fue gran salón de baile del palacio del Buen Retiro. En lugar del Guernica, encerrado en una enorme urna de hierro y cristal blindado, las paredes recién pintadas e iluminadas del salón central del Casón cuelgan, además del Torrijos, de Gisbert, Doña Juana la Loca, de Pradilla; Conversión del duque de Gandía y El principe don Carlos de Viana, de Moreno Carbonero; Los amantes de Teruel, de Muñoz Degrain; El testamento de Isabel la Católica, de Rosales, y La expulsión de los judíos, de Sala. En el centro se ha situado un Cristo yacente, escultura de Agapito Vallmitjana.
La mayoría de estas obras abandonaron sus depósitos fuera del Museo del Prado, en instituciones públicas, para ser restauradas para su presentación en la muestra La pintura de historia del siglo XIX en España que, organizada por el Museo del Prado y el Consorcio Madrid 92, se montó el año pasado en el antiguo edificio del MEAC, en la Ciudad Universitaria de Madrid.
José Luis Díez, conservador de pintura del siglo XIX del Prado, declaró ayer que el museo intenta situar en el Casón del Buen Retiro una representación digna del arte español del siglo XIX, "una época que se reivindica en los últimos años, como el ejemplo del Museo D'Orsay de París, aunque lo que se expone aquí sólo alcanza al 20% de los fondos que posee el museo, ya que el resto está en depósito". La llegada del Guernica obligó a almacenar los grandes lienzos, que permanecieron expuestos en el Casón entre 1971 y 1981.
De las colecciones del siglo XIX se exponen 360 obras, entre pinturas y esculturas. El recorrido se inicia con la pintura neoclásica y termina con la sensibilidad moderna del cambio de siglo, tras visitar el primer piso en donde se suceden las salas con la pintura de Madrid, Valencia y Cataluña.
Con la nueva presentación de las colecciones del siglo XIX se han realizado obras de acondicionamiento en las salas, sobre todo en pintura e iluminación, junto con un discurso expositivo que valora las aportaciones de los artistas a través de obras maestras, poco reconocidas hasta la fecha. En un espacio cercano a la salida se ha situado el Retrato de Josette, una obra de Juan Gris que pertenece al legado Cooper.
La ausencia del Guernica ha provocado en el Casón del Buen Retiro una desbandada de visitantes, sobre todo del turismo de autocar, que ya sólo se detiene en el Prado en el edificio Villanueva. El pasado mes de mayo, el Casón fue visitado por 4.512 personas (unos 170 visitantes diarios), mientras que el mismo mes de 1991 registró 52.537 personas, y en 1990 llegó a 27.829. El mayor número de visitantes en este año se contabilizó en el mes de abril, con 5.810 personas.
El director del Prado, Felipe Garín, comentó ayer que la pintura de historia ha sido "la gran sacrificada" al tener que ser desplazada por el Guernica, y que con esta nueva instalación se pretende su recuperación. Con este objetivo se real¡zan exposiciones itinerantes con los fondos del museo y el año próximo se montará una muestra sobre el mundo literario en la pintura del siglo XIX, con una campaña de restauración. También se celebrarán conciertos de música del XIX en el mismo salón central del Casón.
Felipe Garín anunció que se ha aplazado la intención de hacer una reforma a fondo del Casón del Buen Retiro, como había anunciado el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, cuando se decidió el traslado del cuadro de Picasso. En el caso de que el actual Ministerio de Agricultura se convierta en ampliación del Prado se ocuparía con la colección del siglo XIX, actualmente en el Casón, que con un proyecto específico exhibiría el arte del siglo XVIII. También sería el momento de atacar la restauración de la bóveda con el fresco de Lucas Jordán, que tiene grietas, suciedad y figuras ya irrecuperables.
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