El déficit público aumentó un 40% en el mes de mayo y rebasó ampliamente el billón de pesetas

El deterioro de las cuentas públicas ha alcanzado el pasado mes de mayo niveles preocupantes. En los cinco primeros meses del ejercicio, el déficit público ha rebasado por primera vez el billón de pesetas con una cifra (1,36 billones de pesetas) que se acerca al objetivo para todo el año (1,42 billones). El incremento acumulado es del 24,4% resultado de un salto en mayo respecto al mismo mes del año anterior del 40,3%. Mientras los ingresos acumulados han crecido el 8,9%, los pagos lo han hecho en un 12%. En los gastos se produce una notable desviación respecto de las previsiones para todo el año (3,7%. de objetivo). El Estado duplicó en un mes el recurso al Banco de España hasta una cifra de 1,51 billones.

La evolución del déficit público del Estado (diferencia entre ingresos y pagos no financieros realizados por caja) ha demostrado en mayo que vuelve a ser uno de los principales puntos negros de la deprimida economía española. El dato era muy esperado en medios financieros tras las declaraciones del gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, sobre la necesidad de emprender una política de rigor y austeridad en el gasto público. El Ministerio de Economía y Hacienda demoró hasta ayer por la tarde la publicación del déficit, una vez cerrados los mercados bursátiles y con todo un fin de semana por delante para digerir la mala noticia.Pero el hecho es que transcurridos los cinco primeros meses del año se ha superado el billón de pesetas en el déficit público, muy cerca ya de la cifra prevista para todo el año (1,42 billones). El dato podría haber sido más negativo aún si no llega a ser por el ingreso de 70.000 millones procedentes de la operación de salida a Bolsa del 25% del capital de Argentaria. De igual manera, el Tesoro demoró pagos durante ese mes -de los 40 días habituales hasta los 60 días-, lo que ha permito desplazar parte de los gastos a este mes de junio.

Salvo estas operaciones extraordinarias, las cuentas públicas reflejan algo que señaló el presidente del Gobierno en funciones, Felipe González, a principios de semana en Copenhague: el presupuesto se ha hecho subestimando la profundidad de la recesión que padece la economía española, que ha aflorado en el primer trimestre. El presupuesto se ha resentido sobre todo en el capítulo de la recaudación por impuestos directos (-0,4% de variación hasta mayo) e indirectos (-4,6%), cuando lo previsto para todo el año son crecimientos del 8,2% y del 6,7% respectivamente. En conjunto y gracias a la operación de Argentaria y a la enajenación de activos, los ingresos han crecido un 8,9% en el periodo acumulado, por encima de la previsión para todo el año (6,9%).En el capítulo de pagos el crecimiento en el mes de mayo ha sido del 27,1 % y del 12% en los cinco primeros meses del año, frente a una previsión para todo el ejercicio sensiblemente inferior (3,7%). Lo que más llama la atención en la partida de gastos es un crecimiento del 113,7% acumulado en el capítulo de intereses, en un contexto de leve descenso del precio del dinero.

Desde el punto de vista cuantitativo, el capítulo de mayor importancia es el de las transferencias corrientes (3,24 billones de pesetas acumulados) que por sí solas suponen más de la mitad de todos los gastos (6,19 billones). Esta partida ha crecido un 8,5% en el mes de mayo y un 3,2% acumulado debido sobre todo a una aportación del Estado a la Seguridad Social de 784.200 millones de pesetas para asistencia sanitaria. Por el contrario se han conseguido rebajar en un 40% las transferencias al INEM para el pago del subsidio del desempleo.

Consecuencia del abultado déficit y de las condiciones del mercado, el Tesoro duplicó en un mes su recurso al Banco de España hasta alcanzar los 1,51 billones de pesetas.