España pierde peso en el Programa Eureka de investigación europea

Los 20 países europeos que forman parte de Eureka -programa internacional de investigación aplicada- decidieron ayer impulsar 193 nuevos proyectos empresariales, "el doble que en 1991 o 1992", según subrayó el ministro francés de Enseñanza Superior e Investigación, François Fillon, al término de la conferencia ministerial de este año, celebrada en París. Sin embargo, España ha perdido peso dentro de Eureka.

En este esfuerzo de la industria europea por afrontar la crisis económica con el desarrollo de proyectos innovadores, España colabora en 30 de los nuevos programas. Esta participación, aunque supera los 27 del año pasado, supone una pérdida de peso dentro del conjunto de Eureka. Se baja de un 26% a un 15,5%. En cuanto a la inversión prevista, la participación española de este año se sitúa en el 2,5%: 6.823 millones de pesetas de un total de 271.856.El ministro español de Industria en funciones, Claudio Aranzadi, consideró que esa menor participación "no señala una tendencia descendente" y la atribuyó a que países que hasta ahora se habían mostrado poco activos dentro de Eureka, como el Reino Unido y Holanda, habían presentado este año más proyectos. Francia también ha aprovechado su paso por la presidencia; participa en 95 proyectos.

Aranzadi anunció que España ocuparía de nuevo la presidencia de la organización en el año 2000 y señaló que en su intervención durante la reunión de ministros había subrayado la necesidad de incrementar "el apoyo específico a la pequeña y mediana empresa". Esta preocupación fue recogida por la nueva presidencia de Eureka, Noruega, que situó la ayuda a las pyrnes como una de las tareas prioritarias, junto con el medio ambiente y la apertura a la Europa del Este.

Además, los ministros decidieron por unanimidad aceptar la adhesión de Rusia, pero poniendo algunas condiciones sobre "mejoras en la normativa en la propiedad industrial y transferencia de tecnología".

Entre las empresas españolas, destaca EDB, del grupo Expal, que pretende transformar tecnología militar en un nuevo sistema de combatir los incendios forestales; e IKERLAN, que prevé invertir 462 millones en desarrollar un prototipo de vehículo robotizado para explorar Marte.