Las contribuciones de fieles y diócesis reducen el déficit de la Santa Sede
El déficit crónico de la Santa Sede experimentó durante 1992 una importante reducción, pasando a poco más de 4.000 millones de liras (unos 350 millones de pesetas) desde los más de 87.000 millones de liras de déficit registrados en 1991. Los presupuestos del pasado año habían previsto, de hecho, un déficit de 150.000 millones de liras. Fuentes vaticanas atribuyen esta mejora financiera a la inclusión por primera vez en el balance de las contribuciones de las diócesis, que se elevaron a 11.000 millones de liras, junto a otras "ayudas" procedentes de institutos religiosos, fundaciones y fieles.Otros 73.000 millones de liras recaudados en concepto del llamado óbolo de San Pedro, a partir de las limosnas de fieles de todo el mundo, quedarán, pues, casi íntegramente a la libre disposición del Papa, que es su gestor inmediato. La dedicación natural del óbolo son las obras sociales y espirituales, pero, en los últimos años, tales sumas hubieron de ser utilizadas de modo preferente para enjugar los cuantiosos déficit vaticanos.
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