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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Esto es Jauja

Martes 8 de junio, a las ocho de la tarde, me encuentro en la estación de metro de Parque de las Avenidas. Bajo las escaleras, luego un interminable pasillo, y ahí me encuentro agazapado a un delincuente que en un principio me hizo sospechar que sus intenciones no eran nada buenas, pero que, en vista de que el "metro es de todos", comienzo a bajar las escaleras, y cuál es mi sorpresa cuando tal individuo se me echa encima, me toma del brazo para "pedirme y decirme algo", a lo que yo intento bajar -y en ese momento se saca de debajo una navaja diciéndome que le dé todo el dinero, y que si "soy buena" no me quitará las joyas ni la documentación. Me siento intimidada y me niego a darle nada, se pone muy nervioso y me dice que me va a quitar el dinero, el bolso y todo lo demás. Y empieza a darme pinchazos con la navaja en la pierna. A todo esto, ni un alma aparece por allí; los tan vistos profesionales de la seguridad que vemos en estaciones que son muy concurridas para quitarles la mercancía a los negros y que donde deberían estar -es un decir- es en estaciones con poca concurrencia no aparecen. Ya abro el bolso, le entrego el monedero y se apropia en plan manazas de unas 3.000 pesetas que llevaba, diciéndome luego: "A ver, trae aquí los anillos", a lo que yo ya consigo bajar las escaleras y el muy canalla desaparece escaleras arriba dándose por satisfecho con el botín sustraído.Llego a la estación de Opañel, en la taquilla una señorita muy amable: "¡Oiga!, por favor, me han atracado en la estación de Parque de las Avenidas". Me mira como el que oye llover. Yo me desespero y le digo que si no hay ningún sitio para denunciarlo, y me comenta con mucha desidia que en la comisaría de la estación de Sol. Yo no puedo estar yendo y viniendo de estación en estación, porque quizá cuando llegue a la comisaría haya sido objeto de otro acontecimiento similar. Y así no me extraña que mucha gente intente olvidar estos desagradables acontecimientos, porque luego "igual que entran salen". Pero, cuidado, tú, ciudadano de a pie, no cometas ni la más mínima imprudencia porque lo mismo pagas como deberían pagar estos engendros de la sociedad.

Posdata. En las taquillas hay cámaras de no sé qué, cuando yo he visto a gente colarse en sus narices y quedarse igual, y donde debería haberlas no hay ni una. Señores, esto es Jauja.-

Leganés Madrid.

Me dirigía,

Madrid.

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