El circo Price renacerá en Méndez Álvaro
La pista estable ha sido en los últimos años un dibujo ambulante por el plano de Madrid
El circo estable de Madrid ha dejado de hacer malabarismos por el plano de la ciudad. La pista que ha de rellenar el hueco que dejó el Price, desaparecido hace 23 años, ha tenido sobre el papel cuatro emplazamientos desde 1989, hasta encontrar ahora un acomodo definitivo: una parcela municipal en Méndez Álvaro, junto al parque Tierno Galván. El Ayuntamiento, según el convenio que se rubricará la próxima semana, compensará por los retrasos al promotor, Arturo Castilla, con 53 millones. El acuerdo obliga al empresario a ofrecer 100 días de circo español y a ins talar una escuela de artistas y un museo. Castilla, que invertirá en el edificio unos 2.500 millones, tiene el reto de llenar el mayor circo de España (3.000 personas) a partir de las navidades de 1994.
El espectáculo debía continuar, pero nadie sabia dónde. Circos Asociados, la empresa de Arturo Castilla, ganó en 1990 un concurso para construir y explotar un circo permanente; sin lonas, carromatos ni gradas de quita y pon. El sucesor del viejo Price, del que Castilla era copropietario.Para ubicarlo, el Ayuntamiento había reservado en 1989 una parcela junto a la plaza de Las Ventas. Pero toros y circo no eran compatibles. La Comunidad quería declarar el coso y su entorno "bien de interés cultural". Sobraban los trapecios.
El Ayuntamiento pensó entonces en otra parcela cercana, pero situada tan próxima a la M-30 que cuando se presentó un plan para ampliar la autovía por ese punto acabó con el proyecto.
A la tercera, en marzo de 1992, se señaló un terreno de Méndez Álvaro que al empresario no acababa de convencerle. Siete meses después, Urbanismo recurría a la cuarta alternativa, un suelo situado a espaldas de la ermita de San Antonio de la Florida. Aunque se ofreció de mala gana. Esta parcela estaba reservada para que la empresa pública Pasillo Verde construyera el jardín de Goya.
Y definitivamente, el circo ha vuelto a Méndez Álvaro, cerrando su tradición itinerante por planos y plazas. Según el gerente de Urbanismo, Pedro Areitio, Circos Asociados ha visto que aquella ubicación que despreció en su momento es la óptima ahora. Castilla quería que el circo estuviera "integrado en la ciudad", y cuando le ofrecieron aquel terreno, la zona estaba degradada. Pero ahora tiene un gran centro comercial, edificios de oficinas, metro y tren y, en el futuro, una estación de autobuses. Además, la Comunidad construirá cerca el Centro de las Artes y la Cultura.
El convenio que se firmará el lunes obliga al empresario a programar "una temporada mínima de circo de 100 días al año, en colaboración con los circos españoles más importantes". Además deberá ceder la instalación al Ayuntamiento cuatro días al año (dos en mayo), promover un museo y una escuela de circo y pagar un canon por la cesión del suelo de dos millones anuales.
El arquitecto Salvador Pérez Arroyo, que ha diseñado el edificio del circo estable, ha ido cambiando el proyecto según mutaba el emplazamiento. Pero en todos los planos ha dejado, como recuerdo de las pistas bajo la carpa, una gran cúpula central de 35 metros de diámetro.
Un gran aforo
La instalación podrá acoger 3.000 espectadores en las funciones de circo y 2.400 en las que requieran un escenario (teatro, conciertos ... ). "Como circo o como teatro tendrá uno de los aforos más grandes de España", explica uno de los colaboradores del arquitecto.La sala podrá, pues, acomodarse para diversos espectáculos. "La cara interna de la cúpula se desplaza hacia abajo para poder convertirse en caja acústica", comentan sus creadores. Debajo de la pista se construirá una sala acristalada de 1.500 metros cuadrados para convenciones y museo del circo. A la entrada del edificio se sitúa un anfiteatro con gradas para 250 personas, destinado a "algún tipo de espectáculo previo a la función".
El convenio por el que se cede el suelo a la empresa- de Castilla por 50 años determina que la instalación se bautizará como Circo de Madrid.
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