Hallado el cadáver de uno de los soldados españoles, desaparecidos en Bosnia

Buceadores de la Legión, del Regimiento de Pontoneros de Zaragoza y del Batallón de Ingenieros británicos intentaban ayer desesperadamente localizar a tres de los soldados españoles desaparecidos el sábado al caer su blindado al río Neretva. Ayer fue hallado cerca del vehículo el cuerpo del cuarto, Samuel Aguilar Jiménez, de Cádiz., El presidente Felipe González, desde Copenhague, rindió ayer un homenaje a los cascos azules españoles en Bosnia.

Las labores para encontrar los cuerpos de los soldados españoles que, según todos los indicios, se ahogaron después de salir del blindado que ocupaban, proseguían ayer. El cuartel de Medjugorje resaltó la cooperación tanto de croatas como de musulmanes en esta operación. Ambas fuerzas estaban respetando allí un escrupuloso alto el fuego.Aún quedan por localizar al sargento José Antonio Delgado Fernández y a los soldados Agustín Mate Costa e Isaac Piñeiro Varela. Tres grúas, dos del Ejercito español y una de la Armija bosnia, intentaban arrancar el blindado del fondo del Neretva, a 15 metros de profundidad. Los seis buceadores de Zaragoza llegaron ayer en un vuelo militar a Split y se incorporaron de inmediato a las labores de búsqueda.

Además de la conmoción por la. tragedia de cuatro compañeros, las tropas españolas vivieron ayer en Medjugorje un momento de grave tensión cuando un grupo de miembros del Consejo de Defensa Croata (HVO), llevados por el alcohol, intimidaron, maltrataron y dispararon tiros contra un grupo de musulmanes llegados en la madrugada anterior del campo de refugiados de Posusje.

Fuerzas croatas habían expulsado previamente a los más de cien musulmanes del campo y los había transportado hasta Medjugorje, donde pasaron el día en muy difíciles condiciones y bajo constante amenaza de grupos armados del HVO.

La policía militar española tomó posiciones en torno al grupo de musulmanes, compuesto en su mayoría por ancianos, mujeres y niños de corta edad. "Tranquilos, tomad cobertura, tranquilos", ordenaba el sargento de la policía militar a sus soldados en la carretera que pasa junto al cuartel.

Nuevos combates

El alto el fuego en Bosnia-Herzegovina firmado el martes por los jefes militares de las tres fuerzas contendientes parecía ayer, tras dos días en que habían remitido los combates, correr la misma suerte que los anteriores. Fuerzas musulmanas y croatas se enfrentaron en Bosnia central y en las cercanías de Mostar, y las milicias serbias reanudaron sus ataques artilleros contra posiciones bosnias en las cercanías de Sarajevo.

Además, las fuerzas serbias intensificaron sus operaciones en Bosnia septentrional donde, tras el acuerdo de los presidentes de Serbia, Slobodan Milosevic, y Croacia, Franjo Tudjman, para dividir Bosnia, se esfuerzan por asegurar el corredor entre Serbia y la región de Banja Luka.

Este acuerdo tuvo una prolongación ayer con un encuentro entre Radovan Karadzic, líder de los serbios de Bosnia, y Mate Boban, jefe de los croatas bosnios, que estuvieron reunidos durante unas ocho horas en Herceg Novi, en Montenegro. No se ha informado sobre el contenido de esta conversación, aunque las dos delegaciones llevaban grandes mapas, lo que hace pensar que se habló del posible reparto futuro del territorio bosnio.

Por otra parte, un equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) entró anoche con ayuda médica en Gorazde, por primera vez desde el inicio de la ofensiva serbia contra este enclave musulmán.

Bombardeo en Jablanica

Mientras tanto, en Jablanica, uno de los puntos en que se hallan desplegadas las fuerzas españolas, la artillería croata sometió a un bombardeo la zona de la fábrica de munición. El centro de Mostar, donde patrullan los blindados españoles, estaba tranquilo.