La cruzada de Moncó

El caso Moncó lleva ya tres años de protestas, cartas de padres de alumnos, cartas al Defensor del Pueblo, denuncias y artículos en los periódicos. Andrés Moncó, catedrático o ex catedrático -el asunto está en los tribunales- de Matemáticas del instituto Iturralde de Madrid, fue sancionado por el Ministerio de Educación a seis meses y 1 días de suspensión de empleo y sueldo. El pasado 25 de mayo, cuando Moncó regresó a su instituto para ocupar de nuevo su plaza, se encontró con que había otra persona. Él ve en todo esto un compló para quitarle de en medio; y ha emprendido nuevas acciones judiciales.

El catedrático de Matemáticas ha emprendido una cruzada particular. Tiene abiertos un recurso administrativo contra la pérdida de plaza, otro en lo contencioso-administrativo contra la legalidad de la sanción y las supuestas irregularidades del expediente, y ha decidido iniciar acciones por lo penal contra siete personas, "por falsificación de documentos, falso testimonio y prevaricación". Las denuncias incluyen a Carmen Maestro, directora general de Centros del Ministerio de Educación y Ciencia.El detonante del expediente disciplinario fueron la supuesta invalidación de 150 exámenes en septiembre de 1991 y las protestas de la Asociación de Padres de Alumnos, que llegaron a cortar el tráfico en una calle del distrito de Aluche. El supuesto mal ambiente reinante entre los profesores del seminario de Moncó, que bloqueaba su funcionamiento, contribuyó a la sanción. Sin embargo, Moncó ve un compló de amigos y familiares contra él. Según él, otro profesor de Matemáticas del Iturralde es muy amigo de Carmen Maestro y otra profesora también de Matemáticas, y también del Iturralde es muy amiga del inspector Gregorio Rodríguez, que abrió el expediente disciplinario a Moncó. Aún más, una tercera profesora de Matemáticas del Iturralde es muy amiga del compañero sentimental de Carmen Maestro. La comparación con un culebrón es fácil. La Asociación de Padres de Alumnos (APA) del Iturralde también la hace.

Así de explícita se muestra Magdalena, vicepresidenta de la APA, al hablar sobre Moncó: "¡Huy!, mire usted, yo me veo incapaz de resumírselo. Esto ha durado tres años y el expediente tiene casi 200 páginas. Es como un culebrón. Ha habido de todo. Exámenes anulados, robos de exámenes. El ministerio lo ha solucionado y no hay más que añadir". Y añade contundente:"De todas formas, usted puede poner lo que quiera, porque yo no le puedo asegurar que todo lo que diga sea textual".

Luis González Torío, un alumno de COU que ha tenido como profesor a Moncé, declara: "Como profesor es excelente". El director del Iturralde, Javier Bordejé, no quiso hablar del asunto. Carmen Maestro tampoco, alegando que si Moncó no está de acuerdo, el lugar para dirimir las diferencias son los tribunales, y no los periódicos. Para el caso Moncó, el ministerio se remitió a un independiente, Pedro Blas, subdirector de personal de enseñanzas medias,- que se limitó a explicar la normativa: "Cuando la sanción supera los seis meses, y en este caso es de seis meses y 10 días, lleva aparejada la pérdida del puesto. El funcionario debe pedir el reingreso; mientras, se le asigna una vacante de forma provisional. El destino definitivo se le asignará a través de un concurso de traslados. No es interpretación del reglamento, sino su aplicación".

Mandar al Pirineo

Moncó cree que es absolutamente injusto que ahora le puedan mandar "a un pueblo perdido del Pirineo". Blas matiza que la asignación del nuevo destino siempre será dentro del territorio de la Dirección Provincial de Madrid.José Ramón Fernández, responsable de organización de la Federación de Enseñanza de Madrid de CC OO, cuya asesoría jurídica llevó en un primer momento el caso Moncó, señala: "El expediente tiene graves defectos de forma. Es una interpretación de la ley".

Fernando Garrido Falla, el abogado que lleva los recursos por la vía de lo contencioso-administrativo, cree que con la suspensión de sueldo y empleo y la pérdida del puesto lo que ha hecho el ministerio es "duplicar la sanción". "Se trata de una sanción que pasa muy poco de los seis meses y que parece puesta así por mala voluntad. Habría que ir a una interpretación restrictiva del reglamento, que tampoco es una ley, para permitir a mi cliente su derecho, a reincorporarse a la misma plaza".