Dificultades para ratificar el acuerdo ruso-ucranio sobre la flota del mar Negro
El acuerdo entre Rusia y Ucrania sobre la flota del mar Negro ha provocado satisfacción a sus autores, los presidentes Boris Yeltsin y Leonid Kravchuk, pero puede topar con dificultades para su ratificación en los parlamentos de ambos países, condición imprescindible para su entrada en vigor.A tenor del documento, la división de la flota del mar Negro a partes iguales comenzará en septiembre y concluirá en 1995.
Ayer, antes de partir hacia la república siberiana de Yakutia, Yeltsin manifestó que el reparto afecta a las bases, los aeropuertos y la infraestructura de la flota. El presidente agregó que las bases de la flota serán utilizadas "conjuntamente en el periodo de transición".
Kravchuk, por su parte, al llegar a Kiev el jueves, procedente de Moscú, se cuidó de subrayar que Sebastopol, la principal base de la flota, "es parte de Crimea, y Crimea es parte inseparable de Ucrania". Por esta razón, señaló, el estatuto de Sebastopol no fue tema de las conversaciones con su colega ruso.
Varias fórmulas del acuerdo suscrito por Yeltsin y Kravchuk pueden resultar ambiguas y, tal vez, inaceptables para el Parlamento ucranio. Algunos diputados querían plantear el tema ayer mismo. "Esto equivale a legalizar la existencia de tropas de ocupación en Ucrania", dijo el diputado Volodimir Kolinets, según la agencia Reuter, en Kiev.
La mayoría de oficiales de la flota del mar Negro han acogido negativamente el acuerdo, según afirma la agencia Interfax. En Sebastopol, las tripulaciones de un número no especificado de navíos se preparaban para izar la bandera naval rusa y, para ayer, estaba prevista una asamblea de oficiales, señalaba Interfax.
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