La derecha israelí acusa al Gobierno de traición por negociar con los palestinos
Miles de manifestantes de la derecha nacionalista israelí protestan desde hace cinco días ante la sede del primer ministro, Isaac Rabin, en Jerusalén, contra lo que consideran "traición" del Gobierno por participar en las negociaciones de paz con los palestinos, cuya nueva ronda que se celebra en Washington entró ayer en su tercer día.
En diversas ocasiones se han producido enfrentamientos con la policía. Los agentes tratan de impedir el corte de calles y, sobre todo, de asegurar la tranquilidad de la presidencia del Consejo de Ministros, donde cada reunión del Gabinete ha sido perturbada por los gritos de "Traidor, traidor" y "Rabin, dimisión".Miles de colonos judíos procedentes de la CisJordania ocupada llegaron a Jerusalén a bordo de autocares para participar en las manifestaciones. En la práctica, sólo aquellos que se sienten amenazados directamente por un éxito de las negociaciones de paz se han manifestado directamente contra la política del Gobierno. "Hay que frenar a Rabin en su carrera hacia el abismo", manifiesta un muchacho barbudo. Una mujer joven, con un bebé en los brazos, pregunta: "¿No comprende que no sólo es Judea y Samaria (la Cisjordania ocupada) lo que se juega en Washington, sino la supervivencia del Estado judío?".
Ante la observación de que entre los manifestantes únicamente hay colonos judíos mientras que no se observa la presencia de miembros del partido conservador Likud, un manifestante exclama: "El Likud. está con nosotros. Las manifestaciones de hoy sólo son los primeros disparos en la batalla. El pueblo entero nos apoya, y todos juntos echaremos a Rabin del poder". La manifestación de la derecha nacionalista, que sólo ha conseguido reunir en Jerusalén a colonos judíos, es una prueba de su impotencia en movilizar a grandes masas contra la política de paz.
Declaración conjunta
Los palestinos estarían dispuestos a aceptar una presencia militar israelí en ciertos puntos a de los territorios ocupados durante el periodo transitorio de autonomía, en el marco de la declaración de principios conjunta que está en fase de elaboración, según declaró en Ammán Saleh Raafat, miembro del Consejo central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Un comité palestino-israelí se ha constituido al margen de las negociaciones bilaterales de Washington para elaborar una declaración conjunta.
Por otra parte, los cerca de 400 palestinos deportados de los territorios ocupados por Israel entraron ayer en su séptimo mes de exilio, forzado en una tierra de nadie del sur de Líbano. Los expulsados se muestran resignados a vivir en esta especie de limbo durante otros seis meses, hasta que las autoridades israelíes les autoricen a regresar a sus hogares.
Un atentado con dinamita en el campo de refugiados palestinos en Rachadiyeh, cerca de la ciudad libanesa de Tiro, provocó al menos dos muertos y seis heridos, entre ellos tres oficiales de Al Fatah, principal integrante de la OLP. Informaciones sin confirmar indicaron que el atentado forma parte de la lucha sin cuartel que libran desde hace más de un año Al Fatah y Al Fatah-Consejo Revolucionario (FCR de Abu Nidal).
En varios puntos del sur de Líbano cinco milicianos proisraelíes resultaron heridos en ataques atribuidos a la Resistencia Islámica, brazo armado del proiraní Hizbulá (Partido de Dios), según informó la policía.
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