El arquitecto proyecta una urbe de 700.000 habitantes entre Macao, Hong Kong y Cantón

El triángulo que forman las ciudades de Macao, Hong Kong y Cantón es el epicentro de la transformación económica de China. Dentro de 10 o 12 años, en medio de esa zona se alzará una urbe de 700.000 habitantes que todavía no existe. El encargo de proyectar y construir esa ciudad nueva corresponde al Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill, que acomete la tarea con el Gobierno chino y un grupo de empresas de Hong Kong y Europa.La urbe de Bofill se ubicará en la península de Nansha, junto al estuario del río de las Perlas. La nueva ciudad será al mismo tiempo un nudo de comunicaciones y un pulmón del Triángulo de Oro chino.

"El atractivo del proyecto", explica el arquitecto Rogelio Jiménez, socio de Ricardo Bofill, "es que Nansha está en el centro mismo de la zona de economía capitalista que China construye en la costa sureste del país. Hong Kong está congestionada, con problemas de vivienda y enormes dificultades para la instalación de empresas. Tratamos de dar una alternativa urbana que alivie la densidad de Hong Kong, Cantón y Macao con una ciudad planeada desde el principio con tecnologías modernas, uso racional del suelo, infraestructuras baratas y una red de transporte público eficiente".

"Una ciudad de este calibre", dice Jiménez, "sobrepasa ampliamente los conocimientos de un estudio de arquitectura Colaboramos con el Gobierno chino, el grupo de Henry Fok de Hong Kong y empresas europeas como Société Générale des Eaux para crear las infraestructuras y dar contenido a una ciudad que dentro de 12 años debería tener entre 700.000 y 800.000 habitantes".

Bofill y sus socios tratan de aplicar en Nansha las lecciones de los conjuntos urbanos que construyeron en las cercanías de París. "Tenemos todavía mucho que aprender y no hemos dado con una fórmula mágica", explica Jiménez; "la pregunta que nos hacemos es: ¿cómo es que cuando hacemos ciudades no sale nada parecido a la Barcelona o el París de hace 100 años? Ésa es la gran asignatura pendiente de todos los arquitectos y urbanistas".

La nueva ciudad de Nansha se articulará en torno a un nudo de autopistas que ya se construyen y que comunicaran Macao, Hong Kong y Cantón, un puerto que la unirá por transbordador con Macao y Hong Kong, y un nuevo aeropuerto, que también construirá el Taller de Arquitectura. Rogelio Jiménez concluye: "Es importante que una nueva ciudad tenga una vocación, y la vocación de Nansha es de nudo de comunicaciones. La urbe tendrá también una silueta propia, con 10 o 12 torres elevadas en la parte comercial, un gran parque delimitado por un anillo de circunvalación y una parte residencial con edificios bajos y abundantes zonas verdes".