Ataque generalizado de los serbios contra el enclave musulmán de Gorazde

La ciudad de Gorazde ardía ayer alcanzada por centenares de granadas y cohetes de lanzaderas múltiples serbias mientras sus defensas sufrían reveses que hacen temer una inminente caída de todo el enclave musulmán en manos de los atacantes serbios. La ciudad, declarada zona de seguridad por el Consejo de Seguridad de la ONU, parece ya indefendible tras significativos avances y la creación, en la noche de ayer, de una cabeza de puente de las fuerzas serbias en la margen derecha del río Drina.

Mustafá Kurtavic, el radioaficionado que mantiene el único contacto de los defensores con el mundo exterior desde que las fuerzas serbias bloquearon la ruta montañosa de abastecimiento, hizo ayer un llamamiento a la comunidad mundial a intervenir urgentemente. "Ayúdennos, esto es el infierno", repetía en una emisión captada en Sarajevo.El embajador de Bosnia-Herzegovina ante la ONU, Sacirbey, solicitó ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad para que establezca medidas para cumplir con la protección proclamada a esta ciudad. Gorazde es el único enclave leal al Gobierno de Sarajevo, de mayoría musulmana, que aún se mantiene en Bosnia oriental.

Después de 14 meses de insólita resistencia sin apenas armas, Gorazde corre el peligro de ser escenario de una gran matanza, dado que las fuerzas serbias, reforzadas desde hace días por nuevas unidades llegadas de Serbia y de Montenegro, no han permitido la presencia en la ciudad de observadores intemacionales ni cascos azules.El domingo habían muerto tan sólo en un hospital improvisado de Gorazde 59 personas entre pacientes y personal sanitario al recibir el edificio el impacto directo de un cohete procedente de las lanzaderas múltiples que están siendo utilizadas masivamente por los serbios desde que comenzaron la nueva ofensiva.

En Sarajevo, después de los fuertes bombardeos del domingo, fuerzas serbias forzaron de nuevo la suspensión temporal de los vuelos humanitarios al cortar la carretera que une la capital bosnia con el aeropuerto durante unas horas. Aunque permitieron después el paso de los cascos azules, anunciaron que el puesto de control establecido en esta carretera hasta entonces neutral se ha convertido en un "nuevo puesto fronterizo de la república serbia de Bosnia".

Intervención de Croacia

En Bosnia central las fuerzas del Ejército bosnio continuaron su desesperada ofensiva para expulsar a las unidades croatas de sus posiciones que cortan las vías de suministro entre Travnik y Zenica, ambas aún en manos leales al Gobierno de Sarajevo. En el marco de esta operación, continuaron los bombardeos de aldeas croatas en el valle del río Lasva, del que han huido ya más de 40.000 croatas y centenares han muerto.Unidades croatas de la región de Tomislavgrad, en la Herzegovina, se están concentrando desde hace días en la zona de Prozor y Gorni-Vakuf y fuentes militares occidentales tienen la certeza de que el Ejército de Croacia se prepara para un gran esfuerzo operativo y logístico de apoyo al Consejo de Defensa Croata (HVO) en los frentes cercanos a Novi Travnik y Vitez.

Serbios y croatas pactaron ayer, por primera vez, un intercambio de poblaciones civiles desplazadas por la guerra en Bosnia.

El secretario de las Naciones Unidas, Butros Gali, se mostró ayer partidario del envío de 7.500 cascos azules más a Bosnia para la protección de las seis zonas de seguridad establecidas por el organismo internacional. Sin embargo, la misión de los soldados de la ONU se revela cada día más difícil. Según pudo saber ayer EL PAÍS los soldados canadienses destacados en la base de Visoko, cerca de Sarajevo, abandonaron ayer este cuartel con todos sus pertrechos y material. Se trata de la primera vez. en la que cascos azules abandonan un cuartel en Bosnia.

Por otra parte, los serbios de la Krajina bombardearon ayer la ciudad costera croata de Biograd y causaron la muerte de cinco personas. La situación bélica se ha agravado en esta zona reivindicada por serbios y por croatas.