El PSOE da libertad a González para pactar

El secretario general del PSOE, Felipe González, intentará conseguir una legislatura estable involucrando en ella a CiU, PNV e Izquierda Unida. Asimisino, por orden de preferencia, buscará la consecución de un Gobierno de coalición, un pacto de legislatura o, por último, acuerdos concretos, aunque esto último sería, a su juicio, lo menos deseable. Éste es el contenido de la exposición que ayer realizó ante la ejecutiva federal del PSOE, de la que obtuvo el apoyo unánime para empezar las conversaciones con todos los grupos políticos y, al mismo tiempo, con empresarios y sindicatos, con el objetivo de alcanzar un pacto social. La ejecutiva no llegó a conclusiones, sino que se analizaron los puntos a favor y en contra de cada una de las situaciones que pueden darse.

González tiene previsto iniciar los contactos con sus posibles socios en la segunda mitad de esta semana, una vez que concluya la visita de Juan Pablo II a España. Según dirigentes socialistas, González, en la hipótesis del Gobierno de coalición sólo con los nacionalistas, estaría dispuesto a ceder dos, carteras ministeriales a Convergència, i Unió (CiU) y una al Partido Nacionalista Vasco (PNV). Su principal objetivo, aseguran, consiste en formar un Gobierno estable de amplio apoyo, mientras la posibilidad de que el PSOE pierda la presidencia del Congreso de los Diputados no figura entre sus preocupaciones más importantes.Casi todos los miembros de la ejecutiva coincidieron en que la hipótesis ideal es la de alcanzar un Gobierno de coalición que incluya a CiU, PNV e Izquierda Unida. lgualmente, el secretario general, Felipe González, se mostró partidario de esta misma hipótesis, aunque todos reconocieron las muchas dificultades con las que van a enfrentarse.

Perspectivas

Según miembros de la ejecutiva, la reunión fue de análisis y perspectivas y se dejaron todas las puertas abiertas. Sé coincidió, mayoritariamente, en el análisis de los pros y los contras que tiene pactar con los nacionalistas o con Izquierda Unida en solitario. Las ventajas de llegar a un acuerdo con CiU y PNV son bastantes por la experiencia parlamentaria que ya se tiene, en la que los acuerdos en materias importantes han sido posibles. Las desventajas están en las posibles reticencias en otras comunidades autónomas, que podrían sentirse agraviadas.Las desventajas de pactar en solitario con Izquierda Unida, según expuso González, habría que situarlas, en primer lugar, en que la buscada estabilidad del Gobierno no se alcanzaría, ya que, en el Senado, Izquierda Unida sólo puede aportar dos escaños y, por tanto, lo pactado en el Congreso podía echarse abajo en la Cámara alta. Asimismo, un pacto en solitario con IU, siguiendo con las desventajas, abriría el campo al Partido Popular para que restableciera relaciones con los nacionalistas y, por tanto, formaran un bloque de centro-derecha. En el terreno de las ventajas, según la exposición de González, un acuerdo con IU sería bien visto por los sectores de izquierda que han votado al PSOE y legitimaría en el Parlamento los acuerdos con los sindicatos.

Una vez hechos estos análisis, lo único claro fue que Felipe González debe intentar pactar con todos. Otra de las cuestiones afrontadas fue la de qué tipo de acuerdo se puede establecer con estas fuerzas políticas. Felipe González y todos los miembros de la ejecutiva, según las fuentes informantes, hablaron ayer desde el terreno que a ellos les interesa y fueron conscientes de que quizá no coincida con lo que pueda interesar a los posibles socios.

El secretario general del PSOE, Felipe González, no tomó muy en consideración lo que hasta ahora vienen diciendo los nacionalistas a través de los medios de comunicación, al considerar que se trata de reticencias previas a las conversaciones. González comparecerá ante el Comité Federal de su partido, convocado para el próximo día 25, con una primera aproximación.

Un miembro de la ejecutiva puso sobre la mesa la posibilidad de que el PSOE gobernara en solitario. La respuesta que tuvo, en el terreno de la reflexión, fue la de que si todos se ponían en contra no era difícil presagiar que habría que convocar elecciones anticipadas en un plazo inferior a un año.