Respaldo en el Consejo de Ministros
Felipe González hizo su primer análisis electoral en el Consejo de Ministros del pasado viernes. El jefe del Gobierno en funciones defendió la conveniencia del pacto con los nacionalismos catalán y vasco para responsabilizarles de la gobernabilidad de. España, lo que daría a la alianza un rango histórico, y también por no dejar el campo libre al PP, que tendría la posibilidad de desestabilizar con facilidad al Gobierno con el PNV y CiU en la oposición.Posteriormente abrió un debate en el que los ministros -salvo escasas matizaciones de Matilde Fernández; y José Antonio Griñán- se mostraron de acuerdo con González.
El Gabinete analizó los inconvenientes del pacto por las reticencias que puede suscitar en el resto de España, especialmente el nacionalismo que encabeza el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. González y sus ministros coincidieron en que, si se llegara a un acuerdo, "habría que acreditar ante la opinión pública que los nacionalistas no obtienen privilegios, y que están dispuestos a responsabilizarse de la gobernabilidad de toda España y no sólo de su territorio".
El Gobierno ha encajado sin sorpresa el rechazo inicial de Pujol a un pacto de gobierno, ya que "la entrada de los partidos de Pujol y Arzalluz en el Gobierno les quitaría la baza de la oposición, rentable para los nacionalismos", según fuentes gubernamentales.
El Gobierno también analizó el pacto con IU. González reiteró su rechazo a un pacto con IU por su reticencia ante la integración europea y la posible imagen de bipolarización social.
