El Club de Roma receta imaginación y trabajo para "desatascar" Europa
El Club de Roma, que preside Ricardo Díez-Hochleitner, ha mantenido dos jornadas de reflexión en la Fundación BBV de Madrid sobre Gobernabilidad en el siglo XXI -título de un trabajo de Yehezkel Dror, profesor de la Universidad de Jerusalén- bajo auspicio de las Naciones Unidas, en las que han participado varias destacadas personalidades españolas, entre ellas Jesús Moneo, Ramón Tamames o Juan Luis Cebrián. Los expertos del club de debate coinciden en que la caída del muro de Berlín exige un verdadero ejercicio de imaginación.Harlan Cleveland, presidente de la Academia Mundial de Artes y Ciencias y autor de El nacimiento de un nuevo mundo -de inminente aparición en España- afirma que "el nuevo desorden mundial" permite reanudar el diálogo Norte-Sur sin interferencias y ofrece la posibilidad real de "desatascar" la situación de Europa en el mundo, algo que, según su, diagnóstico, exige un nuevo liderazgo, imaginación y mucho trabajo.
Cleveland, ejecutor y asesor en política exterior para diversas administraciones de Estados Unidos desde la II Guerra Mundial, defiende la información como un "nuevo recurso natural" y la educación como la mejor manera de garantizar las libertades cívicas. Las nuevas técnicas de transmisión de la información hacen que "hoy sea imposible guardar secretos".
Finalmente, confía en la aparición de nuevos líderes en los países del Norte rico capaces de afrontar el futuro, pero considera imperioso que todos los socios hagan un esfuerzo de moralización de la vida pública, sobre todo Japón y Alemania.Ocupación y empleo
Yehezkel Dror, autor del manuscrito a debate, defiende la institucionalización política de "una nueva voluntad" sujeta a varios imperativos éticos. El profesor israelí cree que los gobiernos actuales no están preparados para hacer frente al desempleo: "La automatización crea un nuevo dilema existencial", dice Dror, "tenemos que aprender a vivir ocupados, no empleados".
"La burocracia debe renovarse para aprovechar las nuevas tecnologías y el activismo político debe adoptar una perspectiva a largo plazo mucho más amplia", sugiere Dror, y añade: "Es presuntuoso dictar lecciones de moral a los chinos, una civilización milenaria".
Con respecto al reto que supone para Occidente la pujanza económica del Sureste asiático, Hans Wuttke, ex presidente de la Corporación Financiera Internacional, asegura que Europa carece de "ambición", y se atreve a vaticinar que Pekín desbancará a Berlín como sede de los Juegos Olimpicos en el año 2000.
José Ángel Sánchez Asiaín, presidente de la Fundación BBV y gobernador del Club de Roma, achaca los problemas occidentales a la falta de perspectiva y defiende un horizonte amplio que permita mantener la dirección y salvar la hojarasca.
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