Reticencias al Gobierno de coalición

Los nacionalistas catalanes y vascos han reaccionado con reticencia, aunque con matices; variados, a la pretensión del presidente del Ejecutivo en funciones, Felipe González, de formar un Gobierno de coalición con ellos. El líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, manifestó ayer que no se imagina a nadie de su partido en un Gabinete con el PSOE, pero a la vez se mostró predispuesto a hablar con González de la gobernabilidad de España. "Ni Pujo¡, ni Izquierda Unida, ni nosotros iríamos sin más a una gobernabilidad sin un programa muy claro", dijo. El portavoz de Convergéncia i Unió, Miquel Roca, se mostró más reacio. "En este momento no contemplamos ningún acuerdo con el PSOE". Entre los socialistas también hay división de opiniones.

González acudirá hoy al Consejo de Ministros. Será su primera comparecencia pública tras su breve aparición una vez conocido el resultado electoral, en, la madrugada del lunes. Esa noche, González reiteró los compromisos contraídos por el PSOE durante la campaña -el "cambio sobre el cambio"- y expresó su principal obsesión: asegurar la estabilidad del futuro Gobierno. En la ronda de contactos que iniciará la próxima semana con los partidos para asegurar esa estabilidad, otorgará preferencia a los nacionalistas catalanes y vascos. Éstos avanzaban ayer posiciones a la espera de que González haga el primer movimiento.Arzalluz ha expresado menos reticencias que Roca a la pretensión de González. El líder nacionalista vasco no ha ocultado su satisfacción por el triunfo del PSOE sobre el. PP y no ha adelantado condicionamiento alguno a las conversaciones con el secretario general del PSOE. "Lo primero que pondremos sobre la mesa es el momento tan difícil de la situación económica", ha manifestado. En ocasiones anteriores los nacionalistas vascos han sugerido que un acuerdo con el PSOE pasa por un giro en la política económica y autonómica de Felipe González.

Miquel Roca dijo ayer que no tienen previsto ningún acuerdo con el PSOE siguiendo el criterio de los nacionalistas catalanes, que ya han anticipado las condiciones iniciales para cualquier diálogo -desde la cesión del IRPF al acuerdo programático en materias económicas y autonómicas-. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, conversió el miércoles con el coordinador general de IU, Julio Anguita. En la entrevista, Pujol trató de la posibilidad de que Roca fuera candidato a la presidencia del Congreso con el apoyo de la oposición. Esta incipiente operación también puede ser utilizada por Pujol como demostración de fuerza ante las inminentes ofertas socialistas

Distinta reacción

La distinta reacción de nacionalistas vascos y catalanes tiene que ver con su propia situación política. El PNV comparte Gobierno con el PSOE en el País Vasco, mientras que CiU sostiene un fuerte enfrentamiento con los socialistas catalanes, quienes, además, se han colocado por delante en estas elecciones. A ello hay que añadir la distinta disposición sobre la participación en la gobernabilidad de España que mantienen Pujol y Roca.

Las posiciones, de los socialistas vascos y catalanes son paralelas a las de los nacionalistas de su respectiva comunidad. Así, el secretario de organización del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Josep Maria Sala, dijo ayer que su impresión es que puede haber pactos parlamentarios con los nacionalistas, pero consideró "más difíciles los de mayor calado", en alusión a una coalición de gobierno.

El secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, firmante del pacto de gobierno con el PNV en Euskadi, es más optimista. "Cabe tanto la posibilidad de acuerdos de legislatura sólidos con CiU y PNV como la formación de un Gobierno de coalición con ellos para lograr la estabilidad política de España". Jáuregui añadió que vería bien un Gobierno de coalición con ambos partidos nacionalistas "si los planteamientos de éstos no supusieran agravios comparativos y no generasen dificultades para los intereses generales de España".

Jáuregui y Sala se pronuncian también por buscar fórmulas de pacto con IU, aunque en este caso serían puntuales, con la pretensión, entre otras cosas, de aislar al Partido Popular. El ministro de Exteriores, Javier Solana, ha aludido, a la oposición del coordinador de IU, Julio Anguita, al Acuerdo de Unión Europea firmado en Maastricht, lo cual convierte, en imposible cualquier entendimiento de gobierno si antes no se supera la disparidad de criterios hacia Europa. González ha hecho de la integración europea la piedra de toque de su política. Por contra, es la política europea de González uno de los puntos de mayor convergencia con nacionalistas catalanes y vascos.

La preferencia manifestada por González y la mayoría del Gabinete en funciones por ensayar acuerdos de gobierno con los nacionalistas encuentra reticencias en algunos sectores socialistas, sobre todo en algunos presidentes autonómicos, como Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, que gobierna en coalición con IU.

Más de fondo son las quejas que este posible pacto suscita en autonomías, como Extremadura, desde donde se presiona a González. Las quejas extremeñas han calado ya tanto en el presidente del Gobierno que éste no oculta a sus colaboradores su preocupación por las reacciones que la negociación con catalanes y vascos podría suscitar en otras regiones.

Ayer, Manuel Amigo, consejero de Economía de la Junta de Extremadura, que preside. el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, manifestó su malestar por las reivindicaciones adelantadas por Pujol -la cesión a Cataluña del 15% del IRPF- Rodríguez Ibarra también es contrario al pacto con Pujol y Arzalluz.