Madrid cabe en un bolsillo

Quien quiera saber de dónde procede el nombre de Chamartín, cuándo desaparecieron los aguadores de las calles de la capital, si aún queda algún sereno que auxilie al noctámbulo, puede encontrar respuestas a sus preguntas en la colección Madrid en el Bolsillo, cuyos cinco primeros ejemplares se acaban de publicar por Ediciones La Librería. Esa joven editorial, dedicada exclusivamente a divulgar la historia y las curiosidades de la capital, ha acudido también este año a la cita de la Feria del Libro.Cualquier día laborable se puede vagar de caseta en caseta por el paseo de coches del parque del Retiro. Sin los agobios del fin de semana es posible encontrar alguna sorpresa. Por ejemplo, la caseta 37 exhibe exclusivamente libros sobre Madrid. Un hombre que ronda los sesenta años examina los volúmenes con atención antes de decidirse. "Me interesan todos los libros, y como soy de Madrid ya tengo casi todos los que hay aquí", explica.

Sin embargo, no todos los madrileños son tan aficionados a los textos que hablan de su ciudad. Miguel Tébar, director de Ediciones La Librería, asegura que hay una auténtica demanda de obras sobre Madrid. "Nosotros hemos ocupado un hueco en el mercado del libro. Todas las editoriales tenían unas cuantas guías sobre Madrid, pero no había ninguna que se dedicara exclusivamente a publicar libros sobre la capital", explica.

Paseos y guías

En su caseta de la Feria del Libro muestra guías de paseos históricos y se rodea de libros con fotografías antiguas o de una recopilación literaria de autores del Siglo de Oro acerca de los barrios de Madrid. Incluso tiene un volumen de partituras de música barroca interpretada en el siglo XVIII en las capillas madrileñas.Esta pequeña editorial, que acaba de cumplir cuatro años, ha publicado ya unos 60 títulos. "No es el mismo caso que el de una gran distribuidora, que ni siquiera sabe a qué público se dirige. Como también tenemos una librería, podemos damos cuenta rápidamente de lo que gusta a los lectores y cuáles son nuestros errores. Intentamos estar cerca de la gente", argumenta Tébar.

"La feria es una verdadera salvación para las editoriales", agrega Tébar. "Los españoles leen poco y compran aún menos libros. Muchos vienen aquí sólo a echar un vistazo, pero por las casetas pasa más gente en un fin de semana que en medio año por todas las librerías del país".

Así, Los nombres de las calles de Madrid, de María Isabel Gea, recoge anécdotas sustanciosas sobre el origen del callejero de la capital. Por ejemplo, se puede averiguar, entre otras curiosidades, que en la actual calle de Cervantes vivía Lope de Vega. Y que en la calle de Lope de Vega murió el autor del Quijote.

A sus 30 años, Tébar observa con optimismo la crisis del sector. Cuando aún no había acabado Filosofía y Letras montó con tres amigos de la infancia -madrileños como él- la librería especializada en libros sobre la capital, en la calle de Santiago, 12. "Madrid es una adicción para mí desde que era pequeño", recuerda con una sonrisa.

Hace un mes han aparecido los últimos ejemplares de la colección Madrid en el Bolsillo. Las iglesias antiguas, los viejos oficios, la Puerta del Sol y su entorno son algunas de propuestas de lectura. Pero no faltan las curiosidades y anécdotas de una ciudad que no acaba nunca de sorprender a sus vecinos y visitantes. Por ejemplo, quién sabe de dónde proceden las columnas jónicas que bordean la M-30 junto al Manzanares. Pues sólo son respiraderos de colectores del río, disimulados con arte a los automovilistas de la autovía.