Un escolta del alcalde de Fuenlabrada disparó la bala perdida en una persecución

El jefe de seguridad municipal y miembro de la escolta del alcalde de Fuenlabrada, A. L. J., fue el policía local que, vestido de paisano, efectuó, durante una persecución, el disparo que atravesó en la madrugada del sábado el parabrisas de un coche ocupado por dos mujeres que circulaban en sentido contrario. El agente apretó el gatillo desde el asiento del copiloto, mientras su compañero conducía a más de 100 kilómetros tras un coche que "se había convertido en un asesino en potencia", dijo.

El agente A. L. J. dijo ayer que no entendía cómo la bala fue a parar a la luna de otro vehículo ajeno a la actuación policial, ya que en ese momento no observó a ningún peatón ni ningún coche circular por las calles."Es difícil explicarse cómo el proyectil fue al otro lado, pero está claro que la bala llegó rebotada hacia el coche en el que viajaban las dos mujeres", añadió el responsable de la seguridad municipal.

Para este agente, el disparo intimidatorio se realizó contra el coche y no al aire porque tras dos kilómetros de persecución el vehículo que huía mostró una actitud agresiva y peligrosa para el resto de ciudadanos: "Primero hizo caso omiso a las sirenas y a las llamadas de atención. Luego arrolló a una moto en la calle de Las Navas. Más tarde estuvo a punto de atropellar a un peatón, y luego también casi embiste a dos coches. Además de todo esto también hizo ademán de sacar un arma, por lo que tomé la decisión de utilizar el revólver reglamentario.

Según su relato, tras el disparo, el perseguido se empotró 50 metros después contra tres coches, en la confluencia de la avenida de los Estados con la calle de Lima. El agente afirma que tiene varios testigos, entre ellos un policía nacional, que pueden. confirmar su testimonio y el comportamiento "hostil y salvaje" del muchacho al que perseguían. "Yo no dudo que sea un chaval majísimo, pero aquella noche, para mí, su actitud fue un peligro", agregó el agente.

La persona que iba en el interior del vehículo que perseguía la policía es Miguel Ángel Rodríguez, de 20 años y vecino de Fuenlabrada. Su madre reconoció ayer que el chaval iba algo bebido, y aclaró que es un joven normal que no da problemas. "Mi hijo nos ha comentado que sólo se saltó un semáforo y que no paró por miedo". Según ella, su hijo tiene moratones en el cuello, pues fue tratado de forma violenta por uno de los agentes. Este hecho ha sido negado por A. L. J.

"Intento de agresión"

El mando policial señaló que en ningún momento hubo malos tratos hacia el muchacho. "Es más", añade A. L. J., "le tuvimos que proteger, porque uno de los propietarios de los coches que destrozó le quiso agredir".

El agente que efectuó el disparo que alcanzó a un vehículo ajeno a la persecución se lamenta de que la bala atravesara el turismo ocupado por las dos mujeres.

Encama T. C., la mujer que conducía el vehículo atravesado por la bala perdida, y su acompañante han tenido que someterse a un tratamiento psiquiátrico después del susto: "Me gustaría saber qué pensaría cualquier persona si, de repente, va por la calle en medio de la ciudad y le entra un tiro por la luna del coche", se preguntó Encarna, nerviosa, tras el suceso.