_
_
_
_
ANIVERSARIO DE HOJALATA

A Joaquín Leguina le ha salido melena pelirroja

Juan Carlos Sanz

"La Comunidad de Madrid es una cosa con gafas y bigote", bromeaba Isabel Vilallonga, soltándose la melena pelirroja en la campaña de las autonómicas de 1987. En los cuatro años anteriores, el sujeto del chiste, sin duda el socialista Joaquín Leguina, había disfrutado de su único mandato con mayoría absoluta. Pero se quedó sin un 3% por el camino. Después, un tal Nicolás Piñeiro, ex ejecutivo de unos grandes almacenes y gasolinero en Algete, le salvó por los pelos de una moción de censura.Pero desde hace dos años gobierna con algún sosiego. Los escaños de IU se traducen en un acuerdo de legislatura -sin carteras para Vilallonga y los suyos-, aunque adornado con algunas direcciones generales y amenazas de ruptura del pacto. Por contra, los partidarios de Alberto Ruiz Gallardón -la "criatura" a la que no podía ceder la presidencia- siempre le han sido fieles y cada legislatura montan un escándalo. Hace poco investigaron el sospechoso paradero de los ladrillos de Construcciones Atocha. También le llamaron "Herodes" cuando intentó suprimir la festividad del día de Reyes. Aun así, cuando le preguntan, Leguina no se queja. "No me cambio por el alcalde", replica.

. Esta cosa con gafas y bigote mueve hoy cerca de medio billón de pesetas al año. Con ilustres vecinos en La Zarzuela, La Moncloa o la Casa de la Villa, el inquilino de la Puerta del Sol prefirió acogerse a la Ley de Propiedad Horizontal y recurrir al lema Vivimos en comunidad.

Aparte de las banderas con estrellas de cinco puntas, ya se sabe quién manda aquí sobre el territorio. Con tres investiduras como presidente, dos novelas, apariciones en pantalla como guardia y árbitro de boxeo y decenas de artículos en la prensa -lo mismo le da en la sección local que en la nacional-, la oposición ha tenido serios problemas para localizar el punto débil del culto a la personalidad de una década. Un musicólogo holandés puso en la pista al melómano Ruiz Gallardón: una inscripción en latín perpetúa el nombre de Leguina en las campanas del carillón de El Escorial.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_