España recupera las reservas anteriores a la tercera devaluación de la peseta

El Banco de España recuperó entre el 14 y el 31 de mayo las reservas exteriores perdidas durante las dos primeras semanas de¡ mes, hasta la tercera devaluación de la peseta. Según datos oficiales, las reservas de oro y divisas aumentaron en 251,4 millones de dólaires (unos 31.000 millones de pesetas) durante él mes pasado, hasta situarse en 44.658,2 millones de dólares. El banco emisor sigue comprando marcos para rehacer la maltrecha cartera de divisas, que se ha reducido en un 40% desde que se inició la inestabilidad cambiaria en Europa.

La tercera devaluación de la peseta, el pasado 13 de mayo, ha permitido al Banco de España volver a la senda de crecimiento de las reservas exteriores de oro y divisas, cuya tendencia cambió abruptamente el pasado mes de septiembre. Las cifras oficiales indican que el nivel de divisas, que había caído peligrosamente durante la segunda semana de mayo, ha vuelto a una cota de seguridad cercana al 60% de la deuda exterior española, que se sitúa en torno a los 80.000 millones de dólares.Según los citados datos, España tenía a final de mayo 44.658,2 millones de dólares (5,5 billones de pesetas), más del doble del mínimo alcanzado el 12 de mayo, "según los cálculos de algunos analistas, que impidió al Gobierno seguir defendiendo la peseta y forzó su tercera devaluación en ocho meses. Fuentes oficiales indicaron además que la autoridad monetaria ha seguido comprando divisas durante la primera semana de junio, ayudados por la estabilidad de la peseta y que el nivel de reservas se recuperará totalmente a lo largo del verano.

Tanto el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, como el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, han venido defendiendo que la peseta se encuentra infravalorada tras el último reajuste del SME -la devaluación fue del 8%-, lo que situaba a la moneda española en una posición muy cómoda para recuperar reservas. Fuentes del banco emisor señalaron ayer que los datos de mayo y la estabilidad de la peseta confirman estas afirmaciones.

Desde que se inició la tormenta monetaria, en septiembre de 1992, las reservas exteriores españolas habían caído en cerca de un 40%, desde los 71.259 millones de dólares con que se cerró el mes de agosto. Esta fuerte pérdida de divisas ha sido fruto de las fuertes intervenciones oficiales.

Los operadores del mercado llegaron a decir que España había perdido la totalidad de sus reservas durante la segunda semana de mayo ' aunque oficialmente no se contabilizara esta caída por haber actuado indirectamente mediante operaciones a plazo. Estas ventas de divisas no se anotan hasta su vencimiento, que suele ser entre tres y seis meses. Este extremo ha sido desmentido sistemáticamente por el Banco de España.