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Los técnicos atribuyen a un fallo humano el accidente pirotécnico de Gerona

Un fallo humano es la causa más probable de la catástrofe de Vidreres (Gerona), donde la explosión de unos almacenes de material pirotécnico el pasado jueves segó la vida de cuatro jóvenes de la población. Los técnicos que inspeccionan el lugar del siniestro, en el que continuaba ayer el rescate de los restos de las víctimas, afirman que la cantidad almacenada en el momento del accidente superaba los 5.000 kilos declarados. En el pleno celebrado ayer, el alcalde, Salvador Salvadó, leyó un texto en el que se expresa la angustia de la población ante "este absurdo y doloroso accidente" y declara tres días de luto.

Las víctimas mortales, Joan Fusté, de 19 años; Joan García, de 20, y los hermanos Jordi y Benvingut Juals, de 18 y 27 años respectivamente, estaban descargando la mercancía pirotécnica de un camión cuando se produjo la deflagración que redujo a cenizas las cuatro naves de la empresa Brau. Los técnicos del departamento de prevención y extinción de incendios de la Generaltiat han podido determinar que el origen de la explosión se produjo en el lugar donde se encontraban las cuatro personas. El hecho de que estos empleados, que hacía tres días que habían empezado a trabajar de forma eventual con motivo de las fiestas de Sant Joan, fuesen fumadores habituales y que su actividad en ese momento no se desarrollara propiamente en el interior del almacén favorece la hipótesis de una negligencia humana como motivo de la explosión.La posibilidad de un cortocircuito o cualquier otro problema en la instalación eléctrica ha sido descartada puesto que las instalaciones estaban dotadas de un sistema especial antiinflamatorio para locales de actividades clasificadas.

El material explosivo también está siendo analizado para determinar si un mal estado de conservación pudiera haber causado la explosión. Fuentes de la investigación han señalado que este extremo ha quedado prácticamente desechado.

Los restos de las víctimas han sido encontrados en un radio de unos 200 metros alrededor del epicentro de la explosión. Durante el día de ayer continuaron los trabajos de rescate de los restos humanos, por lo que se calculaba que no pueda efectuarse la autopsia hasta el día de hoy. La fecha de los funerales aún no ha sido determinada.

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