La presidencia española del Consejo de Seguridad intentará ejecutar el acuerdo sobre Bosnia

España asume hoy la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU con el propósito de lograr la aprobación de dos resoluciones -zonas protegidas y sellado de la frontera serbio-bosnia- tendentes a aliviar la guerra en Bosnia-Herzegovina. Ambos proyectos -incluidos en el acuerdo de Washington suscrito por EE UU, Rusia, Francia, Reino Unido y España- suscitan una cierta polémica a causa de su difícil puesta en práctica y de su supuesta aceptación implícita de las conquistas territoriales de los serbios.

Después de Rusia el orden alfabético inglés prevé que le toque a España el turno de presidir el máximo órgano de la ONU por un periodo de un mes. Antes de que España cese, el 31 de diciembre de 1994, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad le corresponderá jugar otra vez el papel moderador que desempeña la presidencia.Javier Solana, ministro de Asuntos Exteriores, se mostraba el miércoles pasado en Ankara confiado en que la resolución que crea seis zonas de seguridad, protegidas por cascos azules, para la población musulmana pudiera ser aprobada antes de que finalizara mayo. El texto de origen francés ha provocado, sin embargo, tantas comparaciones críticas con guetos o reservas y tantas dudas sobre los medios que necesitan las fuerzas de la ONU para defender esos enclaves que tardará aún en adoptarse. Los más reacios son los países no alineados (Pakistán, Marruecos, Cabo Verde, Yibuti y Venezuela).

Más dificil aun se presenta la consecución de la luz verde para el proyecto de resolución que prevé el despliegue de unos 500 observadores en 50 puestos fronterizos del lado serbio de la frontera con Bosnia para impedir que las milicias serbias en lucha contra los musulmanes continuen siendo abastecidas en armas, municiones, combustible etcétera. El borrador de esta resolución no levanta muchas objeciones, pero una mayoría de países consideran inútil aprobarlo mientras el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, siga negándose a acoger a los observadores.

Ambos proyectos de resolución se derivan del Programa de Acción Conjunta acordado en Washington hace diez días y que, a medida que pasan los días, es denunciado con mayor vehemencia. Primero fueron el Gobierno legal de Bosnia y los países islámicos y ahora han expresado sus divergencias casi todas las capitales comunitarias no representandas en aquella reunión y, en términos más velados, el secretario general de la ONU, Butros Gali y el mediador de la CE en el conflicto, David Owen.

Solana, que hoy recibirá a su homólogo bosnio, Haris Silajdzic, achaca una parte de estos reproches a la envidia de los que no estuvieron asociados a tal decisión, en la que sólo participaron tres países de la CE. Antes de ingresar en el Consejo la diplomacia española se quejaba con cierta frecuencia de que los miembros permanentes y europeos de ese órgano no la informaban suficientemente de su actividad.

Descontento

Ahora que España forma parte del gobierno de la ONU cae en los mismos vicios que Francia y el Reino Unido provocando el descontento de sus socios. "La cooperación política entre los Doce está tocada", reconoce un diplomático español refiriéndose a los intentos de coordinar la política exterior de los Estados comunitarios. Para intentar dar una impresión de mayor cohesión el comisario responsable de las relaciones exteriores, Hans van den Broek, ha pedido una cumbre extraordinaria que Solana no ha apoyado.La agenda que hereda España de Rusia tiene 25 temas pendientes entre los no figura un asunto que podía complicar la relación Madrid-Rabat: el Sáhara. Gali debía haber remitido en mayo un informe proponiendo las modalidades de organización del referéndum de autodeterminación, pero se va a retrasar hasta julio.