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Una 'miss' bajo las bombas serbias

Un concurso de belleza en Sarajevo se convierte en un verdadero acto de resistencia

El salón de actos del Teatro Duro Dakovic, en pleno centro de Sarajevo, estaba a rebosar. Detrás del escenario, 13 muchachas esperaban impacientes. La final del concurso Miss Sarajevo Sitiada estaba a punto de comenzar. No era un certamen convencional: las aspirantes, que no tienen agua corriente en sus casas, entonaban canciones de las milicias musulmanas para aplacar los nervios. Algo tan vacío como un concurso de belleza se convirtió para los presentes en un acto de resistencia. Sarajevo despertaba así de una noche de intensos combates.

Meco Salko, de la II Brigada de Sarajevo, que organizó el certamen, trataba de impregnar de lógica algo que a ojos extraños resultaba incomprensible: "Puede parecer absurdo, pero queremos demostrar a los agresores y a nosotros mismos que Sarajevo está viva, que resistiremos ya sea luchando en las montañas o preparando concursos de belleza". Los fondos recaudados, añadió, irían a parar a las familias de 100 sehid, combatientes del Ejército bosnio muertos en la defensa de la ciudad.Las participantes eran plenamente conscientes de su cometido. "Esta es una forma de contribuir a la defensa de Sarajevo. Ahora estoy detrás del frente, pero cuando sea necesario estaré delante". Elvira Fetahovic, una impresionante chavala morena de 16 años, no había pegado ojo esa noche a causa de los bombardeos serbios sobre su barrio, Dobrinja, uno de los más castigados de la ciudad. Las aspirantes ni siquiera conocían el premio: algo de ropa y un supuesto viaje a Madrid que ninguno de los organizadores quiso concretar.

Comenzó el concurso. Las participantes se paseaban en bañador delante de una nube de periodistas cubiertos con chalecos antibalas. El jurado, presidido por Fragan Vikic, un veterano combatiente, tomó la decisión: Imela Nogic, una joven rubia con ojos verdes y una sonrisa enorme, fue la escogida.

Frentes activos

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Fuera del teatro, los ecos de la artillería retumbaban en la ciudad. En la colina de Trebevic, dos coronas de fuego indicaron que las posiciones serbias habían sucumbido a la artillería bosnia. Los serbios respondieron atacando algunos barrios de Sarajevo y algunas granadas aterrizaron en la ciudad. A pesar de todo, para los vecinos, acostumbrados a quemar su existencia en los refugios, "la situación está relativamente tranquila".

En el resto de Bosnia, todos los frentes están abiertos. Radioaficionados de Maglaj, en el norte, hicieron ayer desesperados llamamientos a la ayuda internacional para paliar el sufrimiento de la población de este enclave musulmán, asediado desde hace días por la artillería serbia.

En Bosnia central, las milicias serbias lanzaron ayer duros ataques artilleros cerca de las bases que las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor), tienen en la ciudad de Vitez. Según la radio bosnia, los blindados británicos contestaron el ataque, que cesó en ese momento. La lista sigue con Jablanica: en esta localidad de Herzegovina, el Ejército bosnio y las milicias croatas mantuvieron ayer intensos enfrentamientos.

Fuego sobre Gorazde

Ni siquiera los enclaves musulmanes declarados zonas protegidas por las Naciones Unidas respiran tranquilos. Gorazde fue atacado ayer desde posiciones serbias y en Srebrenica la falta de agua comienza a provocar serios problemas sanitarios. Las tropas de Unprofor trataron ayer de acceder a la presa de Zeleni Jadar, que abastece a la ciudad y que está bajo control serbio. Los intentos fueron inútiles. Con este panorama, el acuerdo adoptado en Washington la semana pasada sobre la protección de las áreas musulmanes en Bosnia, resulta aún más estremecedor.

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