"El Everest parece una zona peatonal de Londres"
El neozelandés Edmund Hillary, de 73 años, fue el primero en alcanzar la cima del Everest, el 29 de mayo de 1953, acompañado por el sherpa Tensing Norgay. Ahora, 40 años después, cuando 530 personas han alcanzado esta cumbre de 8.846 metros, Hillary ve cómo hasta el Everest ha caído en manos del mercantilismo y las ansias de notoriedad; y está sucumbiendo a algo todavía más vulgar: la basura. Él defiende que se tomen medidas inmediatas contra su degradación ambiental.
Pregunta. ¿Qué ha sido de su propuesta de cerrar el Everest durante cinco años a los escaladores?
Respuesta. Quería que el Gobierno de Nepal despertase. Los escaladores han convertido el Everest en el vertedero más alto del mundo. Hay demasiadas expediciones. Actualmente hay 19 equipos que desean escalar la montaña. Cuatrocientas personas se agolpan en el campamento base. Parece una zona peatonal de Londres o Hamburgo.
P. La penúltima semana coincidieron en un solo día 38 personas en la cima del Everest.
R. Es bastante ridículo. Muchos pagan 35.000 dólares (más de cuatro millones de pesetas), lo cual les permite ir acompañados al Everest. Ya no es un reto.,
P. ¿Por qué escaló usted el Everest?
R. Me fascinaba superar mis miedos y mis límites. No lo hicimos por fama o dinero, de verdad.
P. El Gobierno de Nepal quiere aumentar drásticamente las tasas a partir de otoño, y permitir sólo una expedición por temporada y ruta.
R. Aplaudo esa decisión, y espero que realmente se lleve a cabo.
Crisis de los 'sherpas'
P. Los sherpas temen que entonces sólo los ricos podrán costearse la escalada, con lo cual ganarán aún menos.
R. Quien diga eso no sabe lo que dice. Solamente una pequeña minoría de los sherpas vive de la escalada, incluso existe una gran demanda no cubierta de este tipo de acompañantes cualificados. La mayoría de los nativos trabajan de guías.
P. No ha quedado mucho de la alabada cultura de los sherpas. Los niños mendigan a lo largo de los senderos.
R. La primera vez que pisé la región del Everest, el dinero y la propiedad no eran tan importantes. Era mucho más importante ser una personalidad respetada que aportase algo a la vida de la comunidad. Pero desde que llegaron los turistas de Occidente el cambio ha sido irremediable. Los sherpas ven lo ricos que somos, y ellos también quieren serlo.
P. Pero ahora se les da limosna.
R. En general, el nivel de vida ha subido. Pero por supuesto que los sherpas están insatisfechos, porque la distancia que les separa de los países desarrollados es enorme. Aun así estaría bien que se pudiesen conservar al menos algunas particularidades culturales. Al fin y al cabo todavía se celebran muchas fiestas locales y religiosas en la época de los monzones, mientras los visitantes permanecen en el valle.
P. Aparte de usted y su fundación, parece que ningún otro escalador famoso se preocupa por el pueblo sherpa.
R. No pido a los escaladores una aportación en este sentido. Eso lo tiene que decidir cada cual por sí mismo. Conseguir que se trate bien a los sherpas y no se les exponga a riesgos excesivos ya es algo.
P. ¿No es usted demasiado humilde? Muchos de sus sucesores cierran contratos editoriales y ceden sus derechos cinematográficos por mucho dinero incluso antes de ponerse en camino.
R. Los escaladores famosos de hoy son un conglomerado muy colorido, muchos de ellos sólo son prima donnas. Su ambición es conseguir el éxito más sonado.
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