El PP garantiza que la peseta seguirá en el SME y modera sus promesas de bajar los tipos de interés

El Partido Popular (PP) se vio forzado ayer a ofrecer seguridades de que la peseta se mantendrá dentro del Sistema Monetario Europeo (SME) en el caso de que forme Gobierno tras las elecciones. La depreciación que sufrió la moneda española la tarde del miércoles y la mañana del jueves se debió, según los expertos, al rumor surgido en Londres de que, si el PP gana los comicios, bajaría los tipos de interés aun a riesgo de provocar la salida de la peseta del SME. Desde el PP se reconoció que Ia inestabilidad venía inspirada por esos rumores, unidos a las encuestas que reflejan un posible triunfo popular. Una rápida reacción del PP frenó al mediodía de ayer la caída de peseta, al aclarar internacionalmente su posición.

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, insinuó que la depreciación tenía su origen en la desconfianza que pueden tener los inversores extranjeros hacia un Gobierno presidido por José María Aznar.

El fenómeno, que se inició en la tarde del miércoles, originó ayer decenas de llamadas desde medios, de comunicación extranjeros a la sede del PP, cuyos dirigentes se apresuraron a dar garantías de que la peseta se mantendrá dentro del SME. Cristóbal Montoro, catedrático de Economía y miembro del equipo económico de Aznar, hizo unas declaraciones en el mismo sentido.

Fuentes del PP admitieron que se vieron forzados a explicar que las propuestas del partido son ajenas a las convulsiones que presionan sobre la peseta.

El propio Montoro, que ha desempeñado el papel de portavoz en este delicado asunto, declaró a, Efe: "No somos causa de la actual inestabilidad de la peseta; [nuestra moneda] se ve ahora amenazada por las incertidumbres causadas por la política económica hasta ahora aplicada, que ha buscado el apoyo artificial de la peseta".

Con esta posición, Montoro, candidato del PP por Madrid y una de las estrellas entre las incorporaciones de Aznar a su partido, río sólo rechazaba veladas imputaciones al PP. También adoptaba una iniciativa de ataque político ante las insinuaciones de que la insistencia del PP sobre la rebaja de tipos y los malentendidos en torno a su posición frente al SME desencadenaron la nueva tormenta monetaria.

Menos impuestos en dos años

Rodrigo Rato, número dos del PP y máximo responsable de su partido para cuestiones económicas, aseguró en Madrid que el actual tipo de cambio de la peseta "es razonable" e insistió en la conveniencia de mantenerla dentro del SME. Rato estimó en unos 360.000 millones los beneficios de los especuladores con las tres últimas devaluaciones de la peseta. El dirigente popular anunció una futura ley para regular la privatización de "algunas empresas públicas" y añadió que, en caso de que el PP llegue al Gobierno, "hasta dentro de dos años no podrán bajarse los impuestos".

Desde el Gobierno, Carlos Solchaga hizo una sutil imputación de responsabilidad al PP, al decir que la presión contra la peseta en las últimas 48 horas "quizás tenga que ver con las probabilidades que vaya atribuyendo el mercado a los resultados electorales y a la confianza que cada uno de esos resultados dé a los inversores internacionales".

Solchaga lanzaba la idea de que una eventual victoria del PP restaría confianza internacional en la economía española y desata la especulación contra la peseta.

El ministro atribuyó las presiones contra la peseta a un "extraño nerviosismo del mercado, influido por las expectativas electorales".

Montoro, en sus declaraciones a la agencia Efe, lanzó un mensaje contundente de apoyo a la permanencia en el SME que fue recogido a mediodía por las agencias de prensa internacionales, lo que, según el PP, detuvo inmediatamente la presión sobre la moneda española. Montoro explicó que la salida de la peseta del SME "sería peligrosa por la falta de credibilidad exterior en la economía española que dicha actuación generaría para la entrada de capitales".

Con respecto a los tipos de interés, el portavoz del Partido Popular durante la jornada de ayer matizó que si su partido llegara al Gobierno promovería una "rebaja gradual". Cristóbal Montoro dio también seguridades sobre la "vocación europea" de su política económica al asegurar que la unión monetaria es "un objetivo que se debe perseguir". "Debemos estar en la construcción de la unión y esperamos conseguirlo en los plazos establecidos", agregó.

El mensaje más electoralista lo deslizó Montoro al decir: "Cuando el 7 de junio sepamos que hemos sido ganadores, la peseta se fortalecerá". "El mercado sabrá con certeza que llevaremos a cabo una política que incluirá unos presupuestos confeccionados con moderación del gasto público, con reducción del déficit y con la puesta en vigor de reformas estructurales que flexibilicen el aparato productivo español", añadió.