Dámaso González torea su última feria

El veterano matador de toros albacetense Dámaso González, de 44 años, hace hoy el primero de los dos paseíllos que tiene contratados en un abono al que viene con más ilusión que nunca: "Va a ser mi última feria y quiero despedirme de esta afición, que tan duro me trató en principio y tan magníficamente ahora, dejando un buen recuerdo".González no se queja por no figurar en los carteles con las figuras ni con divisas de las consideradas cómodas, según explica: "Para mí es un orgullo que me llamen para actuar con toros de los que rechazan algunos de mis compañeros. Incluso en Madrid es una ventaja estar anunciado con este tipo de toros, ya que no suelen caerse".

Agrega que le gusta especialmente la divisa del Conde de la Corte, a la que pertenecen los que matará esta tarde: "Atraviesan uno de los mejores momentos de su historia, y lo sé por experiencia, pues he matado muchos a lo largo de mi carrera, sobre todo cuando estaban fatal".

El albacetense aprovechará su estancia en Madrid para recoger algunos de los premios que ganó en 1992 como mejor director de lidia, así como por su actuación con la corrida de Alonso Moreno, el día del gravísimo percance de José Luis Bote. "Son el reconocimiento de unos aficionados que en mis inicios me negaron el pan y la sal", indica el torero antes de precisar que "todo ha variado desde entonces, pero yo creo que ellos han cambiado en su opinión al respecto más que mi forma de torear".

Al cuestionarle que si eso puede significar que el nivel general de los toreros ha bajado en los últimos 20 años, precisa: "No lo sé, pero lo que sí es cierto es que cada vez hay menos lidiadores capaces de poderles a todos los toros, de dominarlos y, a base de técnica, de obligarles a embestir, y no hacer el ridículo o echar por la calle de enmedio cuando salta uno complicado como se acostumbra ahora".

El torero, que se doctoró hace 24 años, es el más antiguo de alternativa de los que participan en el ciclo isidril, a excepción de Curro Romero, y afirma que recorre estos últimos vericuetos de su carrera, de la que se muestra especialmente satisfecho, "con la única y exclusiva aspiración de disfrutar y divertirme superando cada tarde los problemas que me presenten mis enemigos".

Después matiza que eso no significa que olvide al público, sino que lo que ocurre es que en los momentos en que él más disfruta es también cuando más transmite.

Por otra parte, los veterinarios rechazaron ayer por falta de trapío tres de los seis toros del Conde de la Corte que se iban a lidiar hoy, los números 63, 97 y 56. Esta mañana traerán varios de la misma divisa para sustituirlos, si superan el reconocimiento.