La explotación comercial de los sextillizos ingleses provoca una polémica sobre el tratamiento de fertilidad

Primero fue un prodigio de fertilidad. Luego fue un negocio. Ahora es un escándalo. Los sextillizos Vince, de Leeds (norte de Inglaterra), son el centro de una virulenta polémica sobre los tratamientos de fertilidad a cargo del erario público, desde que se supo que sus padres habían montado una pequeña industria publicitaria en su torno.
El nacimiento de los sextillizos fue saludado con alborozo el miércoles pasado. Todos ellos, aunque de muy poco peso, mostraban buena salud. La prensa sensacionalista llenó sus portadas con declaraciones de los felices padres, beneficiarios de un tratamiento de fertilidad a cargo de la Seguridad Social.Poco a poco, sin embargo, emergió una imagen más complicada. Los felices padres, Jan Vince y su esposa Jean, no estaban casados. Ni siquiera vivían juntos. Ya tenían un hijo en común y Jan tenía otros tres de un anterior matrimonio. El público empezó a preguntarse para qué necesitaba esa pareja un tratamiento de fertilidad.
La respuesta no tardó en llegar. Jan Vince había articulado, todo un negocio familiar en torno a los sextillizos. Había firmado contratos con fabricantes de pañales, comidas para bebé y otros artículos infantiles. Los contratos no sólo garantizaban suministros gratuitos, sino proporcionarían a la familia unos ingresos globales de unas 800.000 libras (casi 150 millones de pesetas) en los próximos 16 años.
Las empresas se hacían cargo de todos los gastos imaginables por parte de los sextillizos, añadiendo un pequeño porcentaje para gastos paternos, a cambio de utilizar la imagen familiar con fines publicitarios. Médicos, parlamentarios y prensa mostraron su indignación por todo ello.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Recuperado un cadáver en la zona en la que desaparecieron cuatro españoles en Indonesia tras un naufragio
¿Es Trump el problema? El comercio interior europeo se contrae mientras crece fuera de la UE
Los trabajadores mayores de 55 años se quedan atrás en la mejora del mercado laboral
Economía inclusiva o desigualdades
Lo más visto
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- La larga sombra del hijo único: China paga con una crisis demográfica su mayor experimento social
- El giro del PP con Vox: de prometer no gobernar con la extrema derecha a normalizarlo tras el resultado en Extremadura




























































